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El hecho de que Luxemburgo sea un destino del que se suele hablar poco sugiere que en realidad sus habitantes prefieren mantener en secreto todo lo que hace referencia a su pequeña y acogedora ciudad. Algo perfectamente comprensible cuando descubres este increíble destino con un casco antiguo que fue declarado Patrimonio de la Humanidad desde 1994.

Luxemburgo cuenta con una serie de castillos preciosos y una naturaleza envidiable alrededor del río Mosela. Es, además, la capital de uno de los países más ricos del mundo, escondido entre Francia, Alemania y Bélgica. Pero si todavía sigues sin tener claro por qué debería estar en tu lista de destinos por conocer, te damos 10 razones que bien te harán cambiar de opinión para ir a visitar Luxemburgo.

 

¿Qué visitar en Luxemburgo?

1. Haz un recorrido por el centro histórico

La mejor manera de explorar la ciudad es a pie, sobre todo por las pequeñas distancias que separan un lugar del otro. Pero ten en cuenta que Luxemburgo no es precisamente un destino lleno así que a menudo te encontrarás con escaleras y rampas que superar. De hecho, la ciudad se divide en la parte alta y la baja (La Ville Haute y La Ville Basse). Especialmente La Ville Haute, también conocida como la Ciudad Vieja, aún se mantiene las casamatas que en el año 1644 los soldados españoles excavaron. Pasear por esta zona puedes ver monumentos importantes como la catedral de Nôtre Dame de Luxemburgo, la Plaza de Guillermo II, la Plaza de Armas… 

La Ville Haute (parte alta) de Luxemburgo
Foto de Wolfgang Staudt vía Instagram

 

2. Visita el Palacio Gran Ducal 

¿Sabías que Luxemburgo es un ducado desde 1353 y que todavía viven en este palacio los Duques del país? El edificio es todo un símbolo para los habitantes de esta pequeña ciudad y una muestra del sentimiento de independencia nacional. El edificio es de estilo renacentista, donde el palacio es considerado uno de los estados medievales más relevantes en la Edad Moderna.

Palacio Gran Ducal de Luxemburgo
Foto de Francisco Anzola vía Flickr

 

3. Contemplar el valle del Pétrusse

Luxemburgo es una ciudad repleta de ríos y, en consecuencia, de puentes que cruzar. El río Pétrusse es uno de los ríos más famosos y recorre un valle que también se puede visitar. Te recomendamos hacerlo en primavera, cuando el color de las magnolias hace que sea algo realmente memorable.

valle del Pétrusse de Luxemburgo
Foto de ms2855a via Flickr

 

4. Pasea por las Casemates du Bock

Se trata de metros y metros de galerías militares subterráneas construidas durante la ocupación española como refugio de las tropas y de los habitantes del país. Son las más largos del mundo (23 km de túneles excavados), por eso es uno de los atractivos principales de la ciudad y permiten hacerse una idea de cómo se vivía durante el 1600. Desde las Casamatas du Bock puedes conseguir unas hermosas vistas del barrio Grund.

Casemates du Bock, galerias militares de Luxemburgo
Foto de tomo211ss vía Instagram

 

5. Escucha el sonido de las campanas de la Catedral de Notre Dame 

Si tienes planeado visitar Luxemburgo, no te puedes perder la Catedral de Notre Dame. El techo angular de esta catedral es una de las imágenes más características de la capital. Las campanas tienen un sonido especial y el sonido que emiten conforma una canción. Así que vale la pena estar cerca cuando empiezan a sonar. La catedral de Notre Dame fue construida en el año 1613, es de estilo gótico con algunos elementos renacentistas.

Catedral de Notre Dame, Luxemburgo
Foto de Razvan Orendovici vía Flickr

 

6. Contempla las vistas desde Chemin de la Corniche

También conocido como “El balcón más bello de Europa” desde aquí se puede ver la imagen que se encuentra en casi todas las postales de la ciudad. Las vistas son, sencillamente, espectaculares. En el paseo podrás observar murallas del siglo XVII y con una longitud de 600 m. Chemin de la Corniche es una parada obligatoria que ver en Luxemburgo.

vistas desde Chemin de la Corniche, Luxemburgo
Foto de Dennis Jarvis vía Flickr

 

7. Prueba algunos platos tradicionales de Luxemburgo

Teniendo en cuenta la posición del país, muchos de los platos de la ciudad tienen claras influencias alemanas, francesas, belgas o incluso españolas. El kachkéis, un queso local influenciado por las tropas españolas, o la judd mat gaardebounen, cuello de cerdo con frijoles y patatas, son claros ejemplos. El kuddelfleck es otra comida típica de Luxemburgo, hecho de estómago de vaca, de callos o mondongo y sobre una salsa blanca. El bouneschlupp es un guiso tradicional acompañado con tocino o salchichas.

platos tradicionales de Luxemburgo
Foto di Will Bakker via Flickr

 

8. Date un paseo por el distrito Grund

Un barrio con un toque bohemio e informal que contrasta con la majestuosidad de otras zonas de la ciudad. Atento a la Abadía de Neumünster y el Museo de Historia Natural. El barrio Grund es un barrio tranquilo y encantador, lleno de restaurantes y tiendas que esconden sitios espectaculares de cuento al lado del río Alzette.

Calles de Grund
Foto de Alehins vía Flickr

 

9. Haz un viaje de un día a Echternach

Esta ciudad también es conocida como la pequeña Suiza y puede ser el punto de partida perfecto para una más que agradable excursión en bicicleta. No te pierdas el casco antiguo y los principales edificios como la Basílica y la Iglesia de San Pedro y San Pablo. Echternach es la población más antigua de Luxemburgo y hace frontera en Alemania, cuenta con espléndidos parques para relajarse.

Echternach
Foto di Tristan Schmurr via Flickr

 

10. Pasa una noche en el distrito de Clausen

Se encuentra ubicado en la zona de Mousel y está repleto de restaurantes, bares y locales típicos. Un sitio perfecto para poner la guinda final al pastel.

Puente en Clausen
Foto de lilooo89 vía Instagram

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