Acompáñanos en nuestro viaje por los confines de Europa y descubre qué hacer en Estambul, un destino exótico donde podrás conocer y visitar alguno de los monumentos y enclaves más famosos del mundo. Esta ciudad, centro neurálgico de Turquía, une la historia y cultura de dos continentes, Asia y Europa, en sus calles. Fue un punto clave del Imperio Romano, el Imperio Bizantino y, posteriormente, del Imperio Otomano. Toma nota y no te pierdas todo lo puedes hacer en la antigua Constantinopla.
1. Disfrutar del pescado más fresco en el Puente de Gálata
El puente de Gálata atraviesa el estuario conocido como Cuerno de Oro, uniendo el Estambul más histórico con la ciudad moderna. Este nexo refuerza todavía más la simbología del vínculo entre ambos continentes. ¿Sabías que la primera versión del puente fue construida en el año 1846? Aunque no fue hasta 1912 cuando se erigió la estructura que hoy en día conocemos. Este emblemático punto es un lugar indispensable que visitar en Estambul. A parte de atravesar el puente y disfrutar de las vistas de ambos lados de la ciudad, bajo sus seis carriles superiores encontrarás un piso inferior repleto de comercios y restaurantes especializados en pescado. Es el sitio ideal donde podrás degustar el pescado más fresco de la ciudad mientras observas el trasiego de barcos bajo tus pies y disfrutas de los sonidos tradicionales turcos gracias a los músicos ambulantes.
2. Visitar el templo de Santa Sofía
En tu lista de sitios que ver en Estambul no puede faltar Santa Sofía. Este imponente edificio fue inaugurado el año 360 y fue reconocido como catedral ortodoxa bizantina hasta el año 1453. Desde entonces hasta 1931, fue reconvertida en mezquita tras la Conquista de Constantinopla por parte del Imperio Otomano. En 1935 pasó a ser un museo y desde el año 2020 vuelve a tratarse de nuevo de una mezquita. En todo caso, su espectacular arquitectura, coronada por sus cuatro minaretes, su cúpula de más de 30 metros de diámetro y su interior repleto de mosaicos la hacen merecedora de su calificación como Patrimonio de la Humanidad. Desde el segundo piso de la actual mezquita, tendrás unas de las mejores vistas de su vecina, la Mezquita Azul.
3. Negociar y comprar en el Gran Bazar
Tal y como su nombre indica, el Gran Bazar es el mayor de la ciudad y también uno de los más grandes del mundo. Fue construido en el año 1464, aunque tuvo que ser reconstruido más tarde en 1864 tras un terremoto que destruyó gran parte del mercado. Tiene 64 calles y 22 puertas distintas, pero la más importante, considerada como entrada principal, es la que se encuentra al lado de la mezquita Nuruosma-niye. En este impresionante bazar, puedes encontrar todo lo que puedas imaginar. Son famosos, sin embargo, los puestos dedicados a joyas, alfombras, piezas de orfebrería y telas. Perderte entre sus calles, observando los colores de los puestos y el trasiego de los comerciantes es algo que no puedes perderte durante tu escapada a Estambul. Si visitas el Gran Bazar con intención de comprar recuerdos de tu viaje a Turquía, debes estar dispuesto a negociar y regatear como un experto para conseguir llevarte tus souvenirs al mejor precio.
4. Sumergirse en los colores del Bazar de las Especias
El Bazar de las Especias es el segundo más grande de la ciudad solo por detrás del Gran Bazar. Se encuentra ubicado en el barrio de Eminönü, muy cerca del Puente de Gálata, y no puede faltar en tu lista de sitios que visitar en Estambul. En la antigüedad, este histórico mercado fue el nexo comercial entre Asia y Europa. De hecho, en el siglo XIII, Turquía ya comerciaba especias con Venecia. Si eres un amante de los sabores exóticos, este rincón te encantará. Aquí, podrás comprar tanto dulces típicos turcos, frutos secos o quesos, como también todos los tipos de especias que puedas llegar a imaginarte.
5. Adentrarse en el Palacio Sumergido
A aproximadamente 100 metros de Santa Sofía, se esconde bajo tierra un auténtico Palacio Sumergido, más conocido como la Cisterna Basílica. Se cree que antiguamente había una basílica en el exterior que dio origen a su nombre. Se construyó durante la época bizantina para evitar que la ciudad se quedase sin agua en caso que se destruyera el Acueducto de Valente. La singularidad de este rincón lo convierte en un punto indispensable que visitar en Estambul. Se calcula que podía almacenar unos 100.000 metros cúbicos de agua y, actualmente, tiene un total de 336 columnas de nueve metros de altura. Uno de los detalles más curiosos es que podrás ver columnas de distintos estilos, ya que parte de ellas fueron reutilizadas de antiguos monumentos. Pasearte por este espacio es una experiencia única, envuelto por el frescor del agua y la tenue iluminación de la sala.
6. Disfrutar de un té de menta en el barrio de Ortaköy
Este barrio es considerado una de las zonas más bohemias de la ciudad por su aire cosmopolita. No se trata de una de las partes más turísticas de Estambul, pero sus calles llenas de ambiente y vida fascinan tanto a visitantes como a los mismos lugareños. Este barrio se encuentra en la orilla europea y ofrece unas vistas del Bósforo espectaculares. Una de las cosas que hacer en Estambul que no puedes perderte durante tu viaje es tomar un té de menta al atardecer en unas de las muchas terrazas que encontrarás, mientras disfrutas de los colores de la puesta de sol reflejados en el agua. En Ortaköy, también se encuentra la Mezquita de Mecidiye, justo al lado del puerto. Construida sobre una plataforma a orillas del Bósforo, da la sensación de emerger de las mismas aguas. Sus colores claros y la luz que entra a través de los grandes ventanales hacen de su interior un espacio casi mágico.
7. Conocer el pasado romano visitando las Murallas de Constantinopla
Durante la época del Imperio Romano, Estambul fue bautizada como Constantinopla por el emperador Constantino I el Grande. Llegó a ser capital del imperio por su posición estratégica en el Mediterráneo y como punto de unión entre Europa y Asia. Si quieres hacerte a la idea de cómo era la ciudad en ese entonces, visitar las Murallas de Constantinopla es, sin duda, algo que hacer en Estambul durante tu viaje. Estos imponentes muros de piedra rodeaban y protegían la ciudad desde su fundación. ¿Sabías que fue una de las fortificaciones más complejas que jamás se han construido? Protegían la ciudad de ataques marítimos y terrestres y eran prácticamente infranqueables. A día de hoy, aunque hay varios tramos de las murallas que todavía se mantienen en pie, se están realizando labores de restauración para conservar su gran valor histórico.
8. Explorar el distrito de Beyoglu
Este distrito, situado en la parte europa de la ciudad, es considerado uno de los puntos más internacionales y llenos de vida de Estambul. Años atrás, fue una de las zonas escogidas por las poblaciones extranjeras para vivir. Cuando paseas por sus calles puedes ver los antiguos edificios de las embajadas de algunos países como el Reino Unido, Alemania o Suecia, muchos de ellos de estilo neoclásico.Tras pasar por una época de decadencia, el barrio ha conseguido recobrar la vitalidad y es el sitio idóneo que visitar en Estambul si vas en busca de tiendas y galerías de arte. En la Galería Municipal de Arte de Beyoglu, por ejemplo, podrás disfrutar de exposiciones durante todo el año.
9. Hacer un tour por Kadiköy
El distrito de Kadiköy forma parte de la parte asiática de la ciudad. Hace no demasiados años, los turistas prácticamente no se aventuraban a explorar este barrio, sin embargo, actualmente es uno de los lugares más de moda. Uno de sus mayores atractivos es el mercado abierto, donde podrás comprar algunos de los mejores souvenirs turcos como son las especias, los tés o los frutos secos, y también encontrarás varias tiendas de vinilos de segunda mano. Algo que seguro no pasará desapercibido durante tu paseo por el barrio, son los graffitis que tiñen muchas de las calles. De hecho, cada año se organiza el Mural Istanbul Festival, un festival de graffitis que llena de arte las paredes del barrio.
10. Recorrer el Bósforo en Ferry
Sin duda, una de las actividades más recomendables que hacer en Estambul durante tu escapada es realizar un pequeño crucero por el Bósforo. Y quizás te estés preguntando: “¿Qué es exactamente el Bósforo?”. Pues bien, se trata del estrecho que separa el lado europeo y asiático de Estanbul y que conecta el Mar Negro con el Mar de Mármara. Desde el ferry, tendrás unas vistas de la ciudad espectaculares a un precio muy asequible. Generalmente, el recorrido dura unas tres horas, hora y media de idea y otra hora y media más de vuelta. Si quieres asegurarte de tener un buen asiento donde poder disfrutar del paisaje, asegúrate de llegar al menos unos 15 o 20 minutos antes de la salida del barco.
11. Maravillarse en la Mezquita Azul
También conocida como mezquita del Sultán Ahmed, la Mezquita Azul es uno de los puntos más famosos que visitar en Estambul. Separado de Santa Sofía solo por un jardín, este espectacular templo se inauguró el año 1617. ¿Sabías que el interior de la Mezquita Azul está revestido con más de 20.000 azulejos hechos a manos? Sus colores y la luz que entra por las vidrieras crean un espacio totalmente mágico. Además, es de las pocas mezquitas que cuenta con seis minaretes. De hecho, en el momento de su construcción, este detalle fue muy polémico, ya que se igualaba a la Mezquita de La Meca. Finalmente, se decidió construir un minarete más en La Meca para diferenciarla de los demás templos.
12. Pasear por Istiklal, el corazón comercial de Estambul
La İstiklal Caddesi es la avenida más famosa de la ciudad, ubicada en el barrio de Beyoglu. Recorre más de dos kilómetros, desde la Torre de Gálata, hasta la reconocida Plaza Taksim. En ella, encontrarás toda clase de tiendas, galerías de arte, restaurantes, teatros y confiterías históricas de la ciudad. A parte de toda la actividad comercial y cultural que concentra, también podrás visitar otros puntos de interés como el Callejón de las Flores, una espectacular galería comercial donde pararse a reponer fuerzas en alguno de sus varios restaurantes. Degusta los platos más típicos de la cocina turca, como el Kuzu Tandir (cordero asado), el Lahmacum o Yaprak Sarma (hojas de vid rellenas de arroz).
13. Comer un tradicional Balik-ekmek
Para conocer del todo una ciudad, tienes que probar su característica comida callejera. En el caso de Estambul, el Balik-ekmek es el plato tradicional de la gastronomía callejera por excelencia. Se trata de un bocadillo de filete de pescado, frito o bien cocinado a la parrilla, acompañado de cebolla, pimientos verdes picantes, piparras y limón. Acercarte a las embarcaciones donde los preparan y degustar este bocadillo tan característico es algo que tienes que hacer en Estambul durante tu escapada. Los lugares más valorados por turistas y locales son los que se encuentran en los muelles de los distritos de Eminönü, Karaköy y Kadiköy.
14. Visitar el Palacio de Topkapi
Este imponente palacio fue construido entre los años 1459 y 1465 y se erigió como centro administrativo del Imperio Otomano hasta el 1853. Este histórico enclave es, sin duda, un punto indispensable en tu lista de sitios que ver en Estambul. El castillo está ubicado en Sarayburnu, una de las siete colinas sobre las que se asentó la ciudad. Todo el complejo ocupa 700.000 metros cuadrados y está formado por cuatro jardines y múltiples edificios. Entre estos destacan especialmente la colección de armas, los establos reales, el harén (lugar donde residía el Sultán junto con un gran séquito formado por sirvientes, consortes y la familia, entre otros) y el Tesoro (donde se pueden ver el tercer diamante más grande del mundo y puñal topkapi, construido en oro con esmeraldas incrustadas). La visita suele durar alrededor de tres horas, así que te recomendamos empezar a primera hora para evitar colas y poder seguir disfrutando del resto de tu día en la ciudad.
15. Relajarte en un baño turco (hammam)
Para reponer fuerzas y descansar después de horas explorando la ciudad, no hay nada mejor que vivir de primera mano la relajante experiencia del baño turco, también conocido como hammam. Tienen su origen en las tradicionales termas romanas y comparten la misma estructura, generalmente formados por un vestuario, una sala fría (frigidarium), templada (tepidarium) y caliente (caldarium). El punto más característico de los baños turcos es que se incluye el vapor para conseguir una experiencia todavía más relajante. ¿Sabías que en el siglo XVIII llegó a haber más de 150 baños en Estambul? Actualmente, algunos de los más reconocidos son el Ayasofya Hürrem Sultan, ubicado frente a Santa Sofía, Mihrimah Sultan, muy famoso entre locales, o Cagaloglu, donde se ofrecen multitud de servicios premium.
16. Ver una espectáculo de Derviches Giróvagos
Esta espectacular danza tiene su origen en una ceremonia religiosa. Mevleví, o también conocidos como Derviches Giróvagos (Giradores), es una orden sufista del Islam, fundada en el siglo XIII. Se les conoce con este nombre por la Sama, una tradicional danza masculina en la que los danzantes giran sobre sí mismos con los brazos extendidos, simbolizando un viaje místico, el ascenso hacia la verdad. El baile se acompaña de la música tradicional de flauta y tambores. Aunque se trata más de un rito religioso que de un espectáculo en sí, hay varios puntos en Estambul donde, como turista, puedes presenciar esta danza tan singular: el centro cultural Hodjpasha o la Estación de tren Sirkeci.
17. Admirar la Mezquita de Suleiman
Esta famosa mezquita se encuentra en la cumbre de la tercera de las siete colinas de Estambul y fue diseñada por el reconocido arquitecto local Mimar Sinan, quien recibió el encargo del sultán Suleiman I, uno de los sultanes más importantes y poderosos de la historia. Esta mezquita es uno de los puntos imprescindibles que visitar en Estambul, tanto por su importancia histórica, como por su espectacularidad. En su exterior, el templo está rodeado por una zona de jardines custodiados por los cuatro minaretes. En el interior, la luz del sol se cuela por sus más de 100 ventanales, dándole un aura mágica gracias a los colores de los azulejos de Iznik, también utilizados en la Mezquita Azul. La Mezquita de Suleiman se encuentra muy cerca del Gran Bazar, así que puedes aprovechar la mañana visitando ambos lugares.
18. Subir a la Torre de Gálata
Sin duda, el mejor punto desde donde obtener una buena panorámica de la ciudad. ¿Sabías que se trata de una de las torres más antiguas del mundo? Esta famosa atalaya de origen medieval fue construida en 1348 y formaba parte de las fortificaciones que rodeaban la ciudadela de Gálata. En ese momento, se erigía como la construcción más alta de la ciudad. Ahora, desde los 60 metros del mirador, podrás disfrutar de unas vistas excepcionales de la ciudad. Incluso podrás aprovechar el momento para beber y comer algo en el restaurante y la cafetería de las plantas superiores.
19. Probar los dulces tradicionales turcos
La gastronomía turca es famosa por sus tradicionales dulces hechos a base de frutos secos y miel. Algunos de los más conocidos son la baklava, pasta filo con frutos secos bañada en almíbar o miel, lokum, parecido a las gominolas pero hechos a base de zumo natural de frutas, el kunefe, queso recubierto por fideos de sémola y almíbar, y el helva, pasta de tahini endulzada con azúcar o miel. Si eres de los que no puede resistirse a un buen dulce, visitar una de las muchas pastelerías turcas de la avenida İstiklal Caddesi es algo que sí o sí tienes que hacer en Estambul durante tu viaje. ¡Te darán energía suficiente para continuar explorando la ciudad un día entero!
20. Observar el ajetreo en la Plaza Taksim
Esta icónica plaza no puede faltar en tu lista de puntos que visitar en Estambul. Ubicada en la parte europea, en el barrio comercial y turístico de Beyoglu, se trata del centro neurálgico de la ciudad, donde confluyen todas las líneas de metro en la estación central. ¿Sabías que el metro de Estambul es el segundo más antiguo del mundo, solo por detrás del de Londres? La escultura que corona la Plaza Taksim es el Monumento a la República, que fue inaugurado en 1928. La plaza también es el final de la famosa y concurrida İstiklal Caddesi, por lo que encontrarás multitud de tiendas y restaurantes donde hacer un pequeño descanso en tu ruta.
Estambul, una ciudad donde se unen continentes y culturas. ¿Te animas a descubrir su historia y tradición explorando todos los rincones mágicos que esconde?
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