¿Sin planes para el último viernes de agosto? Te proponemos un plan: La Batalla de las Flores de Laredo, un evento declarado de Interés Turístico Nacional, y que consiste en un desfile de carrozas recubiertas con flores y pétalos naturales con forma de aves, seres mitológicos, fantasías, etc.
Los carrocistas, hombres y mujeres de Laredo, muestran sus alegorías engalanadas de flora natural. Desde primeras horas, las calles se inundan de música y el colorido de charangas, peñas y grupos.
A partir de las 17:30 horas, el Circuito de la Alameda Miramar acoge a miles de personas para presenciar el desfile de las carrozas de flor natural.
La flor, protagonista
La flor es el elemento indispensable de la fiesta, hasta el extremo de haber dado nombre a la misma. En sus inicios, las carrozas aparecían adornadas con crisantemos, rosas y hortensias, que se cogían en los chalets de la gente acaudalada que veraneaba en la villa.
A partir de 1950, se generaliza la utilización de dalias y clavelón en diferentes colores. Flores que, en su mayoría, son cultivadas por los propios carrocistas sembrando y mimándolas durante los meses de mayo y junio y cortándolas la víspera de la Batalla de Flores, para que conserven su color y frescura para el desfile final.
Las carrozas
Los motivos de las carrozas sólo son flores. Están prohibidos materiales como papel, plásticos, etc. Solo se permite la utilización de hojas como base para la colocación de las flores. Todas las carrozas están cubiertas de flor, al menos en el 75% de su superficie siendo recomendable un mínimo del 90%. Por lo que cada carroza lleva entre 35.000 y 100.000 flores.
La noche mágica
La víspera de la Batalla de Flores es una noche especial. Toda la gente sale a la calle para ver las carrozas y curiosear cómo se colocan las miles de flores y pétalos. El nerviosismo se palpa en cada carrocista, ya que tras meses de trabajo y esfuerzo, esperan impacientes el resultado de su trabajo. Unos momentos de gran emotividad que merece la pena disfrutarlos.
¿Te animas?
