¿Estás pensando en visitar el norte de España pero no sabes muy bien por dónde empezar? Bilbao, sin duda, será tu mejor punto de inicio. Esta encantadora ciudad del País Vasco tiene todo lo que puedas pedirle a un destino donde hacer una escapada: arte, arquitectura, una gastronomía local mundialmente aclamada y unos alrededores llenos de naturaleza que te dejarán siempre con ganas de volver. ¡Acompáñanos durante nuestra ruta para descubrir los mejores sitios que ver y qué hacer en Bilbao!
1. Visitar el Museo Guggenheim
La lista no podía empezar de otra manera que con uno de los símbolos más reconocidos de la ciudad. Este icónico museo fue construido por Frank Gerhy en 1997 y, desde entonces, se alza como un palacio futurista bañado por las aguas de la ría. Convertido prácticamente en un emblema de la localidad vasca, son muchos los que viajan desde lugares recónditos del mundo para observar in situ los cambios de color de este peculiar edificio a lo largo del día. Y es que no es para menos, ya que el aura mágica que adquiere al atardecer es algo que sencillamente no te puedes perder. Además de su imponente exterior, el Guggenheim ofrece numerosas exhibiciones artísticas en su interior, tanto temporales como permanentes, y puedes adquirir tu entrada con antelación a través de su página web.
Si el Guggenheim es el símbolo de Bilbao, Puppy, la escultura del perrito ubicada a las puertas del museo es, sin lugar a dudas, su mascota. ¿Sabías que esta obra del artista Jeff Koons está recubierta de 38.000 plantas naturales que se cambian dos veces al año? Si decides hacer tu escapada al País Vasco en primavera, esta increíble escultura será uno de tus imprescindibles que visitar en Bilbao. ¡No podrás evitar tomarte una foto con todos sus colores de fondo!
2. Recorrer el Casco Viejo
El Casco Viejo de Bilbao, también conocido como Las Siete Calles, es el barrio más antiguo de la ciudad y donde podrás encontrar edificios tan emblemáticos como la Catedral de Santiago, el Ayuntamiento, el Mercado de la Ribera o la Iglesia de San Antón, entre muchas otras joyas arquitectónicas. Las siete calles que forman este centro histórico están repletas de vida a todas horas del día, convirtiéndose en uno de los puntos indispensables que recorrer durante tu viaje a Bilbao.
Si quieres disfrutar de la esencia de la ciudad vasca en todo su esplendor, te recomendamos dejarte perder por el barrio durante la tarde y acabar el día deleitándote con un vaso del tradicional txakolí acompañado de un buen pintxo en alguna de sus más famosas calles: la Calle Jardines, la Calle Somera, la Calle Ronda o la Calle Santa María. ¿Y lo mejor de todo? El barrio es completamente peatonal, así que solo deberás preocuparte de pasear y descubrir todos sus rincones.
3. Pasear por la Playa Barinatxe
A tan solo una hora en metro desde el centro de Bilbao se encuentra Sopela, una localidad costera muy frecuentada por los bilbaínos, especialmente durante los meses de verano. ¿No has surfeado nunca pero te gustaría quitarte esa espinita? ¿O quizás eres ya un amante de las olas? Sin duda, el surf es una de las actividades que hacer en Bilbao y alrededores y la Playa Barinatxe, también conocida como La Salvaje, es uno de los mejores sitios donde empezar. Allí, encontrarás varias escuelas donde aprender tus primeros pasos en este deporte. Si por el contrario te apetece un plan más tranquilo, te recomendamos pasear por la arena mientras contemplas los imponentes acantilados y la naturaleza que rodea La Salvaje. Si se trata de un día de viento, podrás incluso ver valientes paracaidistas surcando los aires. ¡Todo un espectáculo!
4. Descubrir el gran patrimonio del Museo de Bellas Artes
Si después de visitar el Museo Guggenheim todavía te has quedado con hambre de más, el Museo de Bellas Artes de Bilbao será una parada obligatoria en tu ruta por la ciudad vasca. Se trata de uno de los museos más importantes de España, alberga más de 10.000 obras de arte que van desde el siglo XIII hasta la actualidad, organizadas en cinco grandes secciones: Arte antiguo, Arte moderno y contemporáneo, Arte vasco, Obra sobre papel y Artes aplicadas. Una vez finalizada tu visita al museo, puedes reponer fuerzas en el parque más grande de la ciudad, el Parque de Doña Casilda, ubicado justo alrededor del museo.
5. Perderse en el Parque Doña Casilda
Con sus más de 115.000 metros cuadrados de verde, el Parque Doña Casilda se convierte en un punto vital de tu lista de sitios que ver en Bilbao. Este pulmón de la ciudad de estilo romántico y francés, cuenta con un jardín botánico circular con más de 1.500 especies de plantas diferentes, varios caminos donde pasear y relajarte, y un espectacular estanque habitado por cisnes y pavos reales. Todo ello hace del Parque Doña Casilda el lugar perfecto donde desconectar tras un ajetreado día de turismo por la localidad vasca, oyendo de fondo el cantar de los pájaros y el sonido del agua en la fuente. Además, si tienes suerte, quizás puedas incluso disfrutar de una actuación musical en directo en el escenario de La Pérgola sentado en el césped del mismo parque.
6. Ir de pintxos por la Plaza Nueva
¿Sabías que tardaron 65 años en construirla? Fue inaugurada en 1851 y, a día de hoy, se trata de la plaza más famosa y bulliciosa del casco antiguo, un rincón indispensable que visitar en Bilbao durante tu escapada. Bajo sus bóvedas se encuentran algunos de los mejores bares de pintxos de todo Bilbao donde degustar verdaderas delicias vascas como el bacalao al pil-pil, la tortilla de morcilla, el txangurro gratinado o los mejillones rellenos, todo acompañado de un buen vaso de sidra o txakolí. Si te acercas a la zona un domingo, entenderás todavía más el papel protagonista de la plaza visitando el mercado semanal donde se congregan tanto público local como coleccionistas.
7. Adentrarse en la gastronomía vasca en el Mercado de la Ribera
Ubicado a orillas de la ría del Nervión, el Mercado de la Ribera es el templo por excelencia de los amantes de la gastronomía y los productos locales. Si este es tu caso, no puede faltar en tu lista de sitios que ver en Bilbao. Con una superficie comercial de 10.000 metros cuadrados, es el mercado cubierto más grande de Europa. En este espacio, no solo podrás encontrar los productos más frescos de la zona, como pescados recién llegados del puerto o verduras de las huertas vizcaínas, sino que también podrás aprovechar para tomar algo mientras disfrutas de las increíbles vistas a la ría, o degustar un auténtico menú gastronómico solo apto para los paladares más gourmet. Si estás buscando, en cambio, un plan para tu tarde-noche en Bilbao, el Mercado de la Ribera también ofrece una amplia actividad cultural con actuaciones musicales en directo.
8. Conocer el origen de la histórica Iglesia de San Antón
Muy cerca del Mercado de la Ribera se erige el otro símbolo de la ciudad de Bilbao, la Iglesia de San Antón. Su historia está tan relacionada con la de la localidad, que incluso su figura sale retratada en el escudo de Bilbao. Antes incluso de la construcción de la iglesia, históricamente ese punto siempre fue uno de los centros neurálgicos de la ciudad. Pasó de ser en 1300 un pequeño puerto donde los barcos fondeaban y dejaban sus mercancías, a un Alcázar en época del rey Alfonso XI de Castilla, quien mandó construir también una muralla cuando Bilbao fue reconocida oficialmente como villa. No fue hasta finales del siglo XV que cobró vida la hoy conocida como Iglesia de San Antón.
Una vez hayas recorrido su interior y descubierto la historia y secretos que envuelven este monumento, acércate al puente que se encuentra justo al lado y que comparte nombre con la iglesia. Desde allí, podrás maravillarte con una de las estampas más bonitas de Bilbao: la imagen del sol cayendo sobre la fachada de la Iglesia de San Antón al atardecer.
9. Contemplar la ría desde el Puente Bizkaia (Puente Colgante)
¿Sabías que el Puente de Bizkaia es considerado el puente transbordador en servicio más antiguo del mundo? De hecho, en el año 2006 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Su origen se remonta al siglo XIX, cuando surgió la necesidad de unir los balnearios de ambos márgenes de la ría para la burguesía y los turistas. Desde entonces, los habitantes del barrio de Las Arenas (Getxo) y Portugalete se encuentran a tan solo un minuto y medio de viaje utilizando el transbordador. Si no tienes miedo a las alturas, este espectacular puente se convertirá en uno de tus puntos favoritos que visitar en Bilbao. Desde la pasarela, a 45 metros de altura, podrás contemplar unas maravillosas vistas de la desembocadura del río Nervión. Para llegar hasta el puente desde Bilbao solo tendrás que tomar la línea 1 del metro hasta la parada de Las Arenas donde te esperan tanto Portugalete, como las impresionantes vistas panorámicas en lo alto del puente.
10. Subir al mirador de Artxanda
Sin apenas salir de la ciudad, el mirador del monte Artxanda ofrece unas vistas de Bilbao y de todo el valle espectaculares. Si te apetece hacer una pequeña excursión, puedes subir hasta el mirador andando. Empezando el recorrido en Arenal te llevará aproximadamente unos 50 minutos llegar hasta la cima. Si te has propuesto unas vacaciones más relajantes, quizás te apetecerá más optar por la opción del funicular. La estación se encuentra muy cerca del museo Guggenheim, en la calle Castaños. En tan solo tres minutos ya estarás rodeado de verde y contemplando la ciudad de Bilbao desde las alturas. Si quieres completar tu visita al monte degustando un plato tradicional de la zona, te recomendamos que te dejes llevar hasta alguno de los restaurantes ubicados cerca del mismo mirador, los llamados Txakolis, donde podrás probar el famoso chuletón a la parrilla.
Estos 10 rincones llenos de encanto y mucho más es lo que te espera en la ciudad de Bilbao. ¿Ya has decidido cuál será el primer punto a visitar en tu escapada?
Tengo muchas ganas de ir a Bilbao. He ido solo una vez por el País Vasco y fue por el concierto de U2 en Donosti. La verdad me quedé prendido de la ciudad y tengo la impresión de que Bilbao va a ser incluso mejor.
Por no hablar del maravilloso mundo de los pintxos. Me pierden
Hola Michael, desde luego es una ciudad que vale mucho la pena visitar, sobre todo por su gastronomía, su arquitectura y ¡su gente! 🙂 Ya nos contarás qué te pareció si vuelves a visitarla. Un saludo