La estación de AVE de Alicante ha generado una bronca entre el Ayuntamiento de la localidad y Adif por la decisión de éste de reservar un espacio en ella para autobuses lanzadera que la conecten con Benidorm y otras poblaciones de la provincia, como había propuesto el pasado marzo la Consellería de Turismo y Economía. Pero el conflicto se ha originado ahora, tras una reunión el pasado miércoles del administrador ferroviario con la concejalía de Turismo de Benidorm, a la que la alcaldesa alicantina no concede potestad para llegar a ese acuerdo con Adif en su ciudad.
Según los planes del gestor de alta velocidad, los aparcamientos de la estación dejarían un sitio para que los pasajeros que deseen seguir viaje hasta Benidorm puedan tomar autobuses de un servicio regular ad hoc o microbuses fletados por touroperadores u hoteles y a tal acuerdo se llegó con la concejala de Turismo de esa localidad, Gema Amor.
Pero la edil de Alicante, Sonia Castedo, defiende que los autobuses partan de la estación que hay junto al puerto -a unos 15 minutos de distancia- argumentando que “las decisiones sobre esta ciudad se toman con el Ayuntamiento de la ciudad presente porque si no, no valen para nada” y que los que van a primar “son los servicios de transporte público de esta ciudad porque los taxistas llevan mucho tiempo esperando la llegada del AVE”.
Castedo sólo dejó abierta la posibilidad de establecer líneas discrecionales, es decir, contratados con antelación por touroperadores u hoteles, como proponía Gema Amor, pero nunca líneas regulares. También se mostró dispuesta a facilitar en la medida de lo posible los accesos al AVE, algo que ahora mismo se encuentra en fase de estudio. Dos días después, el viernes, se mostró dispuesta a aceptar si el colectivo de taxistas daba el visto bueno.
Pero sabía que no iba a ser así. La Unión de Asociaciones del Taxi de la Comunidad, que se había mostrado ofendida con la idea de los autobuses, opina que la inciativa es “de dudosa legalidad” y mostró su “negativa rotunda” a que se aplique. Las posturas se presentan, pues enfrentadas.
Así,, Gema Amor considera que “el AVE es una infraestructura que debe beneficiar a toda la provincia y no sólo a la capital” y que la decisión final no es competencia del Ayuntamiento alicantino sino de Adif y la Generalitat: “Es como si los turistas que vienen al aeropuerto tuvieran que desplazarse a la estación de autobuses de Elche para venir a Benidorm. De hecho, desde la terminal de El Altet se desplazan autobuses a Benidorm y a otros núcleos turísticos de la provincia sin que el Ayuntamiento ilicitano haya puesto nunca ninguna objeción”.
Una alternativa propuesta por los hoteleros es crear una parada antes de Alicante para que los pasajeros puedan tomar allí las lanzaderas. La concejala de Benidorm la ha apoyado.
Vía: Información
Foto: mitocaverna en Flickr
