CAF, fabricante español con éxito internacional

Una de las empresas de diseño, fabricación, mantenimiento y suministro de equipos y componentes para sistemas ferroviarios del mundo es la española CAF (Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles). CAF mantiene un mano a mano con Bombardier cada vez que hay un concurso de adjudicaciones para trenes de Alta Velocidad en nuestro país; hasta ahora se han repartido el pastel: la primera es responsable de las series S120 y S121 mientras la canadiense se ha encargado de la S102, S112 y S130.

CAF nació en 1917 a partir de las empresas La Máquina Guipuzcoana (1892) y la posterior Fábrica de Vagones de Beasain, especializándose en la fabricación de vagones de carga. En 1954 adquirió la compañía zaragozana Material Móvil y Construcciones, que construía trenes para largo recorrido y con la que se fusionó en 1971 bajo el nombre actual (hasta entonces se llamaba Compañía Auxiliar de Ferrocarriles). En 1990 recibió el encargo de hacer los trenes del AVE Madrid-Sevilla, el primero, lo que le permitió dar el salto internacional dos años más tarde. Desde ahí, ha diseñado y fabricado el tren expreso y Metro de Hong Kong, el expreso al aeropuerto londinense de Heathrow y los Metros de Washington, Sacramento y Pittsburgh.

Tamaña experiencia le hizo ganar la adjudicación del AVE Madrid-Barcelona en 2001, la del tren de Alta Velocidad Ankara-Turquía y buena parte del sistema ferroviario mexicano en 2005. Por el medio diseñó y fabricó el ATPRO, un AVE capaz de cambiar de ancho de vía sin detenerse. De hecho ésa es la gran baza del citado S120, un tren eléctrico autopropulsado bitensión similar a otro que también es obra de CAF, el S121, cuya única diferencia es que sólo tiene una clase.

CAF, que tiene su sede en la original Beasain (Guipúzcoa), aunque con factorías en Irún, Navarra, Zaragoza, Lleida y Jaén (más las de otros países), posee también 45 filiales, habiendo facturado en 2009 4.335,6 millones de euros, un 55% de ellos en el mercado internacional.