En concreto 88 casas rurales de Catalunya cuentan ya con las primeras espigas del nuevo modelo catalán de categorización de los establecimientos rurales: CaTR, pionero en Europa.
Cabe recordar que el objetivo principal de esta distinción es mejorar la identificación del producto y de las características y servicios de los establecimientos de cara al usuario e incrementar la promoción exterior del turismo rural por medio de la Agencia Catalana de Turismo.
El proyecto, promovido por las dos confederaciones del sector, Concatur y Turalcat, y la Dirección General de Turismo establecen cinco categorías: básica, una espiga; confort, dos; gran confort, tres; superior, cuatro, y superior premium, cinco espigas.
Para identificar las cinco categorías se utiliza la representación gráfica de la espiga, de color marrón para los establecimientos de agroturismo y verde para el resto de alojamientos rurales.
Los parámetros que definen cada una de las cinco categorías tienen en cuenta características como el entorno de la casa y la edificación, las estancias interiores y el espacio exterior, el mobiliario y la dotación de las casas, las condiciones de comercialización, los servicios que se ofrecen a los visitantes alojados y actividades culturales, de turismo activo, familiar o de agroturismo.
Más de 600 establecimientos rurales catalanes ya han solicitado adherirse a la clasificación por espigas, un 30% del total de establecimientos de turismo rural inscritos en el Registro de Turismo de Catalunya y es que éste se trata de un proceso voluntario y abierto.
