Ayer se realizó el acto del comienzo de las obras de la estación barcelonesa de la Sagrera, al cual asistieron el ministro de Fomento y el presidente de la Generalitat.
La nueva estación constituye en este momento el proyecto de soterramiento ferroviario de mayor relevancia en Europa, teniendo en cuenta que se trata de unas 38 hectáreas de superficie. En total, significa una inversión de 589,2 millones de euros para construir una estación que acoja la línea del AVE, así como trenes de Rodalies y regionales. Pero la Sagrera servirá también de estación de autobuses, metro y taxis.
En cuanto a las líneas de Alta Velocidad, habrá en el nivel superior de las futuras infraestructuras dos vías que se ramificarán en diez (ocho de servicio y dos generales). Será necesario adecuar las vías de la red convencional para hacerlas compatibles con las del AVE.
Las infraestructuras contarán, entre otras cosas, con cuatro grandes aparcamientos ubicados a ambos lados del vestíbulo de cercanías, los cuales tendrán capacidad para hasta 2.500 vehículos.
En los niveles inferiores se prestarán el resto de servicios, y estarán ubicada allí también la zona comercial y la zona de venta de billetes.
