Un viaje más allá de las fronteras de tu país natal puede abrirte las puertas a un universo colmado de nuevas experiencias, donde podrás conocer otros parajes y culturas diferentes. No obstante, cuando viajamos debemos tomar una serie de precauciones para evitar que nuestra salud se vea afectada, ¿quieres saber cómo?, entonces sigue leyendo que Jorge Inarejos Merino del Blog de Cosas de Viaje nos lo cuenta…
Un porcentaje considerable de la población presenta trastornos y desequilibrios en su aparato digestivo ante los cambios de horario, ubicación y ambiente propios de todo viaje. Recuerda que unos malos hábitos alimenticios pueden dañar tu estómago y a la larga, contraer afecciones estomacales como el síndrome de colon irritable, a pesar de que sus causas no sean del todo claras.
La diarrea y el estreñimiento son dos de los síntomas más claros de este síndrome y que pueden manifestarse en el viajero, especialmente en aquellos que proceden de países desarrollados. La diarrea también puede ser un síntoma de úlcera de estómago, la cual suele producirse por estrés o por fumar y tomar alcohol.
Cuando se generan tres o más deposiciones blandas en 24 horas, ya sea antes o después de efectuar tu viaje, se considera que la persona padece lo que se conoce como diarrea del viajero, un trastorno digestivo que suele manifestarse junto a otros síntomas como náuseas, vómitos, dolor abdominal, moco en las heces o fiebre.
Se estima que este trastorno afecta anualmente a 11 millones de personas aproximadamente en todo el mundo. A continuación te exponemos algunos factores y consejos.
Consejos para evitar trastornos alimenticios al viajar
1) Últimos estudios revelan que el destino elegido puede ser uno de los máximos desencadenantes de este trastorno. Ajustándonos a los datos que nos proporcionan los profesionales del Hospital Clínico de Barcelona se distinguirían tres zonas de riesgo:
– El norte y centro de Europa, Japón, Australia, Estados Unidos y Canadá con un riesgo del 5%.
– Las islas del Caribe, Israel, China, sur de África , Rusia o sur y este de Europa presenta un riesgo intermedio que se mantiene entre un 15-20%.
– América del Sur y Central, África, Oriente Medio y sur y sureste asiático representa entre un 20 y un 60%.
2) Las condiciones de higiene de nuestro alojamiento, así como el tipo de comida que ingieras. Por ejemplo, y a pesar de que sea muy tentador según qué lugares, no debes tomar los mariscos crudos o poco cocidos por su elevado contenido en virus y bacterias.
3) Si viajas a cualquier país, intenta beber siempre agua mineral, evita la del grifo. Aunque si la cueces no hay problema, pues al llevar al agua a ebullición, destruirás todos los posibles virus o sustancias tóxicas que contenga. Igualmente, debes eviatr la deshidratación, especialmente en el caso de los niños y ancianos.
4) Si acudes a países como México o Chile, cuídate de las comidas picantes, pues pueden resultar especialmente perjudiciales para los estómagos más delicados.
5) Si optas por viajar a países como Estados Unidos donde abunda lo que se conoce como ‘fast food’ tipo hamburguesas o bollería industrial, evita esta clase de alimentos, no ayudarán en la recuperación de tu estómago.
En definitiva y, a pesar de que muchas veces el viajero se siente tan atraído por conocer otras culturas, gentes y parajes, que no presta el mayor cuidado a los riesgos que puede entrañar para su salud habitar en otro ambiente. Disfruta del viaje, pero no olvides vigilar tu salud, tu cuerpo lo agradecerá alcanzando ese bienestar físico y mental tan preciado.
