Numerosos destinos y empresas turísticas se han declarado “gay friendly” en los últimos años con el objetivo de atraer a este segmento del mercado. Sin embargo, una investigación internacional ha demostrado que los viajeros ya no se fían al ver una bandera del arcoris, por las experiencias negativas que han vivido. De ahí que se sugiera la creación de sellos de calidad específicos para el turismo gay.
Decenas de historias reales se están conociéndo últimamente en un estudio internacional sobre el turismo gay, realizado por la consultora británica Out Now, donde han participado más de 30.000 personas de 23 países.
Según sostiene dicho informe, tres de cada cuatro turistas gay buscan activamente hoteles “gay-welcoming” donde creen en principio que recibirán una cálida bienvenida y disfrutarán de una estancia sin problemas.
Sin embargo, hoy en día los viajeros gays y lesbianas tienden a mostrarse desconfiandos cuando acuden a los destinos y hoteles que se promocionan como ‘gay friendly’. Y es que debido a malas experiencias, sobre todo cuando llegan al establecimiento y son atendidos por el personal, han aprendido a desconfiar, apunta el informe.
Los problemas y malentendidos no sólo se producen en la recepción, sino también en el bar del hotel o en las propias habitaciones cuando pasa el servicio de limpieza, apunta el informe.
“En la actualidad, de repente todo el mundo quiere ser gay friendly pero, francamente, esto ha hecho que los consumidores del segmento LGBT (lesbianas, gay, bisexuales y transexueales) sean extremadamente cautelosos”, señalan desde la consultora.