Los más de 2.547 millones de euros que se invirtieron en el AVE gallego no están dando buenos frutos. Pues, pasados ya tres meses desde la puesta en marcha de la línea que une Santiago y Ourense, un 80 % de las plazas permanecen vacías en sus trenes.
Los tres primeros meses desde su inauguración el pasado 11 de diciembre han utilizado estos servicios un total de 49.700 viajeros, lo cual supone una media de 518 pasajeros diarios.
Se trata de una cifra muy baja teniendo en cuenta que cada tren Avant de los que cubre el trayecto dispone de un total de 280 asientos, y que se operan diez servicios cada día. La ocupación se queda entonces en solamente un 18 % de la capacidad total de transporte de esta línea, llenando lo que equivaldría a un total de dos trenes de diez.
Por otro lado, cuatro de estos trenes continúan su viaje hasta A Coruña. Si sumamos a los pasajeros anteriores los que van desde Ourense a esta otra ciudad gallega, el número asciende a unas 62.000 personas en los tres meses.
Aún así, desde Renfe afirman que esto supondría un crecimiento del 5,5 % con respecto al mismo periodo un año atrás. La cuestión fundamental es que se ha incrementado el número de servicios que se ofrecen entre estas ciudades.