Con el paso del tiempo, los trenes que en su momento fueron la gran novedad, el modelo de última generación, van quedando obsoletos y se les empieza a buscar sustitutos más modernos. Ocurre, sin embargo, que a veces dicha sustitución se demora por las razones que sean y pueden pasar años antes de que por fin puedan llevarse a cabo.
Algo así es lo que ha ocurrido con el tren de Alta Velocidad destinado a ocupar el lugar del Talgo serie 102. Esta segunda generación recibe el nombre de AVRIL (Alta Velocidad Rueda Independiente Ligero) y llega con tres años de retraso desde que se presentase públicamente el diseño en septiembre de 2008 y de que Renfe tuviera que renunciar a su encargo de 20 unidades para la línea AVE Barcelona-París.
Pero al fin empezará rodar por una vía el primer prototipo; si todo se desarrolla según lo previsto, será en estos primeros seis meses de 2012. Al menos así lo anunció José Ramón López, director industrial de la fábrica de Talgo situada en la localidad alavesa de Ribavellosa, donde se lo está sometiendo a tests de dinámica con la colaboración de ingenieros de Las Matas 2 (Madrid).
Aunque las características del modelo aún no se han dado a conocer de forma detallada, sí se sabe que será un tren articulado de ancho variable, adaptable a varios tipos de tensión eléctrica y señalizaciones, y dotado de una gran capacidad, pudiendo transportar más de medio millar de viajeros. También, por supuesto, hay que resaltar su velocidad punta: 380 kilómetros por hora.