Me imagino que te acordarás del post que escribí hace unos días sobre el Bus Ozbus que hace la línea Londres-Sidney. Pues , según he leido hoy en La Vanguardia cada vez se parece más al motín del Caine.
Después de varias averías (perder el tubo de escape) y un pequeño accidente contra un árbol el autobús, sus 38 pasajeros están retenidos en Teherán debido a su última avería. Parece ser que los ánimos están un poco revueltos debido a todos los infortunios sufridos a lo lago del viaje ajenos a la voluntad de los pasajeros.
Una demostración de que una buena idea puede convertirse en una mala realidad si surgen imprevistos de última hora. Eso si, si los pasajeros buscaban aventura ya la tienen, aunque a lo mejor querían alguna otra cosa…