El Ministerio de Fomento ha puesto en marcha nuevos cambios para las líneas de Alta Velocidad en nuestro país. Se trata del proceso de liberalización que afectará a estas rutas de Renfe, a través de la entrada en el negocio de operadores privados.
El proceso supondrá la inyección de capitales privados al gestor de las infraestructuras ferroviarias Adif, por un lado, y a la empresa Renfe Operadora, por el otro.
Será el año que viene cuando la Comisión Europea elaborará un informe acerca de este asunto que podría establecer una fecha obligatoria para concluir el proceso. Es por este motivo que Fomento está acelerando sus actuaciones al respecto y pretende haber concluido la liberalización del AVE entre 2013 y 2014.
Gracias a la entrada de los operadores privados en la Alta Velocidad española el Ministerio de Fomento conseguirá una mayor rentabilidad con la explotación de estas líneas, con nuevos ingresos derivados del aumento de los derechos de explotación de las rutas y del alquiler de los trenes del AVE por Renfe.
En cuanto a este último punto, conocedores de la capacidad de la empresa han afirmado que actualmente “se podrían destinar entre 25 y 30 trenes de alta velocidad para alquilar a un hipotético operador privado”. Esto podría hacerse efectivo teniendo en cuenta la gran amplitud de la flota.
Por último, para garantizar la repartición de los surcos se haga con equidad entre Renfe y los operadores privados será necesario poner en común la igualdad de oportunidades con los servicios que se pretende ofrecer.
El AVE a Barcelona será el primero en experimentar con el sistema de señalización ERTMS 2, que será el que permita lograr eficiencia en la aplicación de esta repartición al permitir la circulación de los trenes con intervalos de dos minutos a la vez que se opera con una velocidad de 350 kilómetros por hora.