Este día es una fecha señalada dentro de la historia del transporte ferroviario de viajeros en España, pues hoy 31 de julio arranca la liberalización de este sector. Es decir, que a partir de hoy Renfe tendrá competencia, ya que se permitirá la circulación de trenes de otras operadoras ferroviarias para operaciones con fines turísticos.
Este proceso de liberalización, anunciado desde el pasado año y que ha desatado diversas polémicas, se enmarca dentro del plan de reformas estructurales del Gobierno. Dicho plan fue aprobado hace un año, en el mes de julio del 2012. Se trata de un proceso que llega ocho años después de que fuera liberalizado el transporte de mercancías en España, lo cual se produjo en 2005.
La apertura a la competencia se irá haciendo de forma gradual, comenzando por los trenes turísticos. Aún no existe un calendario determinado para la liberalización de las diferentes líneas, pero Fomento irá abriendo posteriormente la entrada de nuevos operadores a las líneas del AVE, Media Distancia y Cercanías.
Si bien para Media Distancia y Cercanías se pretende adoptar un sistema de concesiones, cediendo la explotación y gestión a empresas privadas, en el caso del AVE la idea es sacar a concurso “títulos habilitantes” para que las empresas puedan operar diferentes conexiones en competencia con la operadora ferroviaria española.
Según la Orden Ministerial de Fomento, las empresas que quieran comenzar a operar en el mercado ferroviario español deberán ofrecer determinados servicios “además del complemento de transporte”. Dichos servicios serán al menos dos de las tres prestaciones que sugiere el decreto, las cuales son: alojamiento durante al menos una noche, manutención alimenticia (sin considerar los servicios de restauración a bordo o en las estaciones) y, por último, otros servicios “no accesorios del transporte o el alojamiento como asistencia a cursos, conferencias, eventos deportivos, realización de excursiones o visitas a centros de interés cultural o turístico”.
Asimismo, como requisito está el hecho de que, para todas las plazas del tren turístico, tendrá que ser una agencia de viajes la que se encargue de su comercialización “con arreglo a un precio global” que incluirá al menos dos de los servicios antes mencionados.
