La llegada de la Alta Velocidad a León está prevista para este año. Sin embargo, al igual que ocurre con otras capitales castellano-leonesas, se teme que la crisis económica impida que estas líneas de Renfe puedan estar circulando en los plazos previstos por el gobierno.
Es el caso también de Palencia y Zamora, cuyos proyectos de AVE y los cambios urbanísticos necesarios para su puesta en marcha chocan con un contexto desfavorable en cuanto a disponibilidad de recursos económicos.
En Valladolid, a pesar de que esta ciudad ya esté conectada a la red de Alta Velocidad, también se encuentra con tropiezos debido a la falta de financiación para poder concretar la integración y el soterramiento de las vías en los accesos urbanos.
La misma situación es la que se encuentra para León, en cuyo proyecto se incluye el soterramiento de una longitud de los 2.700 metros de vías que van desde el estadio de fútbol Reino de León hasta el término municipal de San Andrés.
Palencia, por su parte, no dispone aún de un proyecto de soterramiento, un proyecto que fue adjudicado por el Ministerio de Fomento a finales del pasado octubre. La redacción del proyecto en la capital palentina, adjudicado por 1,59 millones de euros, prevé, entre otras actuaciones, la conversión de una de sus dos vías de ancho convencional en una vía por la que puedan circular los trenes de Alta Velocidad.
En cuanto a los proyectos de nuevas estaciones en Castilla y León cuya construcción ha sido adjudicada por Fomento, nos encontramos con Puebla de Zanabria (Zamora) y Medina del Campo (Valladolid). La crisis económica también ha generado en este caso que ambas se hallen actualmente en una situación de incertidumbre.