El comienzo de las obras del AVE en Granada ha sido polémico debido al deseo municipal de que la línea, a su paso por la ciudad, llegue dos metros por debajo de lo previsto. La causa esgrimida es la necesidad de dejar sitio a una futura parada de Metro que permita a los pasajeros hacer transbordos sin incomodidades. Alterar el plan supondrá elevar el presupuesto previsto en cuatro millones de euros pero parece que las dos partes, Ayuntamiento y Renfe, están de acuerdo.
En el contexto de los hechos está la construcción de la línea de Alta Velocidad Antequera-Granada, 120 kilómetros que suponen una inversión de 1.500 millones de euros para la que se ha definido como “la mayor obra pública de la historia de Granada”, y que implica la sustitución de la obsoleta estación ferroviaria actual por una nueva encargada al prestigioso arquitecto Rafael Moneo. A Moneo, autor también de la remodelación de la madrileña estación de Atocha, se le ha marcado como pauta diseñar un edificio que “dialogue con la Alhambra y el Generalife”, en palabras de la anterior ministra de Fomento, Magdalena Álvarez.