El vino Rioja es el principal embajador de España en las mesas de todo el mundo. Su calidad, su tradición y su versatilidad hacen que este vino haya llegado a tener fama internacional. Hay excelentes vinos cosecheros, como espléndidos reservas, y grandes blancos que ofrecen una panorámica excelente de cómo son los vinos españoles.
Pero comprar vino no es el único aliciente para dirigirse a zona vinícola de Rioja. Los paisajes, las bodegas, la gente y la gastronomía harán disfrutar nuestros sentidos. ¿Quieres conocer alguno de los rincones turísticos más interesantes de La Rioja? Te sugerimos un día de turismo por la zona vinícola de Rioja, incluyendo parte de la Rioja Alavesa. Acompáñanos:
– Haro: Si Logroño es la capital de Rioja, en lo que al vino se refiere el referente es Haro. Aquí se concentran algunas de las bodegas más importantes de vino Rioja (Bodegas Bilbaínas, Muga,…), pero además cuenta con actividades y oportunidades para disfrutar alrededor del vino durante todo el año.
El Carnaval del vino en Febrero, o la famosa Batalla del vino en Junio son sólo 2 de las experiencias más llamativas, pero durante todo el año puedes disfrutar de la Torre Muga, por ejemplo, un centro multidisciplinar en el que aprender más sobre el mundo del vino. Obligada también es la visita al Centro de Interpretación del vino de La Rioja.
– Briones: La N-232 nos aleja de Haro y nos pone rumbo, a través de los viñedos y siguiendo la margen derecha del Ebro, al pequeño pueblo en el que podremos disfrutar del Museo de la Cultura del vino Dinastía Vivanco, donde además de conocer todo el proceso de elaboración del vino, podremos ver in situ un gran número de variedades de vid para apreciar la diferencia entre unas uvas y otras.
– Siguiendo por la misma carretera llegamos hasta Cenicero, otro de los pueblos históricos del vino Rioja. Aquí están enclavadas bodegas como Marqués de Cáceres, una de las que mayor cantidad de vino produce de toda Rioja.
Después de aquí deberemos dejar la N-232 y abordar una pequeña carretera local, la LR-211, que serpentea a través de las viñas hasta cruzar el Ebro y dejarnos en nuestro siguiente destino.
– Elciego: Al cruzar el Ebro, que sirve de frontera en este tramo, entramos en Álava (la Rioja Alavesa), y encontramos ese pequeño pueblo desarrollado en una pequeña cima, frente a la cual podemos divisar una de las joyas arquitectónicas más importantes relacionada con la cultura del vino: el hotel de las bodegas de Marqués de Riscal, diseñado por Frank Ghery, lleno de siluetas curvilíneas que brillan con diferentes tonalidades según la luz que reciban.
El hotel, cuyo restaurante ha recibido recientemente su primera estrella Michelin, colmará las espectativas de los viajeros má exigentes y es un buen punto final a nuestro recorrido.
Aún nos quedaría completar la vuelta hasta Haro, a este lado del río, visitando lugares emblemáticos como Laguardia, Páganos, Samaniego, San Vicente de la Sonsierra y Labastida, otra vez en Rioja, hasta volver a nuestro punto de partida. Todos ellos famosos por sus bodegas y por la calidad de los vinos que nos podemos encontrar en cada uno, pero es que Rioja merece mucho más de un día…