Hace un par de días causó sensación la noticia, difundida en todos los medios de comunicación y de la que nos hicimos eco en un post, de que las obras del AVE correspondientes a la línea Madrid-Barcelona habían costado un 31,4% más de lo que deberían, según datos registrados en un informe del Tribunal de Cuentas. Sin embargo este sobrecoste se queda pequeño con el que llevan los trabajos de la Variante de Pajares.
La Variante es el sistema de túneles que atraviesa la cordillera Cantábrica para permitir el paso de la alta velocidad enlazando la provincia de León con el Principado de Asturias. Un tramo que corresponde a la línea que ha de unir, cuando esté terminada, la capital de España con esa pseudo conurbación urbana que forman, en el centro asturiano, Oviedo, Gijón y Avilés. Todo ello pasando por Valladolid (hasta donde ya está puesta en servicio la ruta) y la mencionada León, evidentemente.
Las dificultades orográficas, los retrasos, la indefinición de fechas definitivas y otros problemas han ido lastrando económicamente las obras, de manera que en la actualidad hay ya un desfase de 1.342 millones de euros, lo que suponde nada menos que el 72%.
Es decir, prácticamente el doble que en la línea Madrid-Barcelona. Y eso que se estima que aún faltan dos años para que la actuación quede terminada, con lo que habrá superado la década pues empezaron en febrero de 2004.
Por entonces la inversión se presupuestó en 1.858 millones de euros y la última cantidad manejada ronda los 3.200 millones. Eso quiere decir que cada kilómetro costará 64 millones frente a los 14,44 entre Madrid y Barcelona. Cuatro veces más.
Un desvío debido a una redefinición de los tramos hecho por la exministra Magdalena Álvarez sobre el proyecto original de Álvarez Cascos, debido a problemas geotécnicos (agua y gas subterráneos), las infraestructuras necesarias para esta línea (túneles, viaductos…), las averías en las tuneladoras, etc.
Vía: La Nueva España