Más allá de los escenarios de rodaje, hay ciertas ciudades europeas que asumieron el papel protagonista de algunas películas que llegaron a nuestros cines en las últimas décadas. Sus calles, su gente, los colores de sus edificios… todos estos elementos determinaron de algún modo el guión de la película y le dieron al espectador la sensación de estar viajando y encontrarse precisamente allí.
Aquí os dejamos las 10 ciudades europeas que más han llamado la atención al séptimo arte y algunas de las escenas míticas que ya forman parte de nuestra memoria colectiva.
1.Viena. “El tercer hombre” (1948)
Graham Greene nos lleva con este thriller a la misteriosa Viena y nos invita a seguir a Harry (un estupendo Orson Welles) y Olly (Joseph Cotten) por las calles de la ciudad y algunos de sus lugares más emblemáticos como el Parlamento o el Prater (el parque público). La capital austríaca nunca se había visto tan bien en blanco y negro.
2. Roma. “Vacaciones en Roma” (1953)
Este clásico del cine nos cuenta la historia de la princesa Anna (Audrey Hepburn) y el periodista Joe Bradley (Gregory Peck), en Roma. Un hermoso encuentro romántico por las calles de la capital italiana que, entre paseos en bicicleta y helados, llevará a nuestros dos protagonistas hasta la Bocca della Verità en la iglesia de Santa Maria in Cosmedin.
3. Salzburgo. “Sonrisas y lágrimas” (1965)
Una película de culto inspirada en el famoso musical de Broadway. Y es que sin lugar a dudas sería ideal poder visitar los lugares más románticos de la ciudad, como el Castillo de Hellbrunn o el Castillo Leopoldskron en compañía de María (Julie Andrews) y el capitán Georg Ludwig von Trapp (Christopher Plummer).
4.Madrid . “Abre los ojos” (1997)
Una de las escenas más famosas de este thriller se desarrolla en Madrid cuando César (Eduardo Noriega) se pasea por una Gran Vía completamente desierta. Y aunque en un principio parece que no hay nadie más allí, la cámara nos mostrará como estamos equivocados. Sí que hay alguien, un hombre en un balcón, y al fondo un grupo de personas. ¡Y ya! No os contamos nada más, el resto tendréis que verlo.
5. Londres. “Harry Potter” (2000)
Descubre el lado más mágico y oculto de las calles de Londres, que se hizo famoso gracias a uno de los magos más conocidos de la historia del cine, Harry Potter (Daniel Radcliffe). Picadilly Circus, el Millenium Bridge o la estación de Kings Cross, son algunos de los lugares de interés de la ciudad que asumieron el liderazgo en esta popular saga.
6. París. “El fabuloso destino de Amélie Poulain” (2001)
Una maravillosa historia en la que la capital francesa cobra un protagonismo y esplendor únicos. Amélie (Audrey Tautou) nos da una visión poética de la vida en París, a medio camino entre el Montmartre donde se encuentra su apartamento, el Pont des Arts, Pigalle, la emblemática Gare de l’Est, y muchos otros lugares cuyos secretos se irán revelando poco a poco en esta dulce e inolvidable película.
7. Bucarest. “Filantrópica” (2000)
Sumérgete en la vida de Rumania, y en especial de su capital, con Ovidiu y Diana, dos personajes excéntricos y simpáticos que nos llevaran a través de las calles más bellas de Bucarest, repletas de color y de vida.
8. Barcelona. “Una casa de locos” (2002)
Déjate llevar por las calles y jardines de la capital catalana a través de los ojos de Xavier (Romain Duris), un curioso estudiante, en plena crisis de identidad, que decide pasar una temporada en Barcelona. Allí visitará el Parque Güell, la Sagrada Familia, el barrio de la Barceloneta o el famoso bar Iposa. Un baño de nostalgia para antiguos estudiantes Erasmus y un baño de cultura para todos.
9. Varsovia. “El pianista” (2002)
‘El pianista’ es una emocionante película que se desarrolla en plena Segunda Guerra Mundial. Nos cuenta la historia de Polonia durante la ocupación nazi a través del retrato del pianista Wladyslaw (Adrien Brody). Las imágenes de Varsovia, filmadas con un cielo oscuro y repletas de matices grises, nos recuerdan los años aciagos por los que pasó el país.
10. Berlin. “Goodbye Lenin” (2003)
El director de la película, Wolfgang Becker, escogió a Berlín en vísperas de la caída del muro como entorno privilegiado para esta película. Los últimos días de una Alemania dividida en dos partes, la del Occidente capitalista y la de la RDA socialista.
Ahora es el momento de sentarse cómodamente en el sofá y disfrutar, simplemente, de unas horas de buen cine.