Como es preceptivo, cualquier AVE cuenta con un protocolo de actuación en caso de incendio, pero eso no es óbice para que se pueda mejorar o perfeccionar. Así lo ha visto GIDAI, un grupo de investigadores de la Universidad de Cantabria especializado en tales casos y que, tras un minucioso estudio mediante modelos informáticos, acaba de publicar su propuesta de cómo sería la mejor forma de evacuar el tren en un supuesto de incendio.
Tres parecen ser las premisas fundamentales: la profesionalidad de la tripulación, terminar el traslado de pasajeros antes de que el vehículo se detenga y la colaboración para ayudar a los pasajeros de movilidad reducida. Con ellas hay que atacar el asunto en dos fases: la preevacuación (el mencionado traslado de viajeros de un coche a otro) y la evacuación propiamente dicha (salir del tren una vez pare).
El modelo estudiado fue el AVE porque, entre otras cosas, realiza menos paradas. Los datos introducidos en el ordenador para realizar el modelo computacional fueron tomados de un simulacro real llevado a cabo por RENFE en 2009 en el túnel de Guadarrama (tramo Madrid-Segovia) con la participación de 218 personas y cuyos resultados e publicaron en el Fire Safety Journal.
El software utilizado determina cuáles son las condiciones para que la operación tenga éxito: que un miembro de la tripulación azuce a los que van en cabeza de la fila de salida para que no entorpezcan la fluidez de ésta intentando llevarse objetos personales, que todos colaboren para sacar a los pasajeros discapacitados y disminuir así el tiempo de evacuación y procurar utilizar el mayor número posible de salidas en la evacuación final al exterior.
Todo esto dependerá del tiempo estimado para la parada del tren. Si son menos de 10 minutos se recomienda desalojar el vagón incendiado y los dos contiguos; si son más de 10 hay que vaciar el mayor número posible de coches en marcha porque aunque esto aumentará un 27% el tiempo de la evacuación final, ésta se hará de forma más segura.
Es importante que el tiempo estimado de llegada no supere el cuarto de hora, según establece la normativa internacional. Maquinista y centro de control serán los encargados de calcularlo; si no, habrá que detener el tren en medio de la vía y evacuar por las escalerillas de emergencia directamente al balastro. Para que el resultado sea óptimo se ha de dar prioridad a los pasajeros que estén del lado del fuego, evitando congestiones y su exposición tanto a las llamas como al humo.
El software puede determinar la cantidad óptima y máxima de vagones que pueden evacuarse en cada tipo de AVE, además del tiempo idóneo que requeriría cada uno.
Vía: SINC
