El pasado mes de febrero Renfe inauguró su nuevo sistema de precios gracias al cual los viajeros pueden obtener billetes AVE con descuentos de hasta el 70 % sobre la tarifa general. Pues esta reducción de tarifas ha permitido que la Alta Velocidad se acercara a un público mayor, contribuyendo a reducir el tráfico aéreo en algunas rutas.
En el caso del aeropuerto de Madrid-Barajas, durante los seis primeros meses que han estado funcionando las nuevas tarifas del AVE, Renfe ha restado el 18,3 % de los pasajeros del aeródromo madrileño. A lo largo de este tiempo, las líneas de Alta Velocidad que unen Madrid con Barcelona, Valencia y Málaga han elevado su cuota de mercado en un 10,3 %.
En los seis primeros meses del año, Barajas perdió un total de 405.000 viajeros en vuelos domésticos, hacia diferentes ciudades españolas. En este mismo periodo, Renfe consiguió incrementar su tráfico del AVE en unos 402.000 viajeros.
La reducción de tarifas de Renfe de este año ha sido el último azote al transporte aéreo, pero se trata de una tendencia que ya se viene arrastrando hace unos años. Tomando el periodo de los últimos cinco años, la expansión del sistema ferroviario ha supuesto una caída de 4,4 millones de clientes para las aerolíneas que operan desde este aeropuerto.
Actualmente, frente a los cerca de 200.000 pasajeros que registra Barajas, la Estación de Madrid-Atocha aglutina un tráfico de unos 700.000.