Como hemos estado viendo estos días, Renfe y Adif están preparando la puesta en servicio del AVE a Alicante, cuya inauguración está prevista para finales del próximo mes de junio, seguramente entre el 23 y el 24. Y para asegurarse de que todo funcionará correctamente y garantizar la calidad del servicio los trenes laboratorio están testando las vías y el tendido.
En palabras textuales de Adif, “diversas comprobaciones de auscultación dinámica de catenaria y vía, para verificar las condiciones geométricas de ambas instalaciones”. Y para eso se cuenta con los trenes laboratorio, “elemento fundamental en los trabajos de puesta en servicio de las infraestructuras porque su capacidad de investigación y análisis permite homogeneizar y aumentar la frecuencia de los estudios y auscultaciones de los elementos de la red AVE”.
Las pruebas que se desarrollaron a velocidades mucho mayores que las que se aplicarán en la práctica: 330 kilómetros por hora frente a los 250 máximos que alcanzará en su explotacion comercial. Así sera al menos durante 6 meses, período estimado necesario para que se produzca el asentamiento de la vía, confiriendo total seguridad a los usuarios.
De esta forma, el tiempo de viaje entre Madrid y Alicante será de 2 horas y 30 minutos, teniendo en cuenta además que en lugar de los 420 kilómetros de distancia serán 500 al tener que dar el tren un rodeo por Cuenca. No se podrá cumplir, pues, el objetivo anunciado en 2001, cuando se presentó el trazado previendo un tiempo de una hora y 40 minutos.
Así, la velocidad media rondará los 200 kilómetros por hora, superior de todas formas a la actual, que se sitúa en 160. Sin embargo, a principios de 2014 se reducirá un cuarto de hora el tiempo de viaje, pasando a 2 horas y 15 minutos.
