Esta semana se cumplieron seis meses del accidente del Alvia , en la fatídica curva de Angrois (Santiago de Compsotela). Dicho aniversario no sólo ha sido recordado por víctimas, familiares y medios de comunicación sino también por el Gobierno, que ha hecho coincidir la efeméride con el anuncio de puesta en marcha de una serie de medidas de seguridad ferroviaria.
Esas medidas deberían evitar que vuelva a producirse un accidente como el ocurrido, que causó la muerte de 79 personas y heridas a otras 147. Fueron presentadas por la ministra de Fomento, Ana Pastor, cumpliendo así lo que se había anunciado en su momento. Se irán aplicando a lo largo de los próximos meses para conseguir que el Alvia sean tan seguro como el AVE.
La primera es la instalación del prototipo de GPS que alertará al conductor cuando rebase la velocidad máxima en un tramo. También le recordará cuál es la aconsejable y advertirá de otras cuestiones. Será a partir de marzo y abril.
Luego, en mayo, un sistema de audio y vídeo similar a la caja negra de los aviones grabará todo lo que pase en la cabina, no sólo el sonido como hasta ahora, aunque las imágenes únicamente se utilizarán en caso de incidencias.
Asimismo, se prohibe el uso de teléfonos móviles entre conductor y control de tierra salvo en casos de avería u otra emergencia. Para sustituirlo, se instalará un nuevo sistema de comunicación a partir de marzo.
Los pasajeros serán más fácilmente identificables porque, a partir de febrero, los billetes pasarán a ser nominales salvo en Cercanías. Es decir, cada pasaje llevará el nombre del viajero. Se incluirá a los menores de cuatro años, a pesar de que éstos viajan gratis.
El seguro obligatorio para pasajeros será actualizado para aumentar su cobertura en caso de accidente, tocando aspectos como el médico, la indemnización, etc.
Por último, se crea la Agencia Española de Seguridad Ferroviaria, que se encargará del control e inspección de todo lo relacionado con ese sistema de transporte.
