Tras varios cambios de fechas en las previsiones para la inauguración del AVE Madrid-París, se ha anunciado recientemente que la puesta en marcha de esta línea sufrirá nuevos retrasos. Las últimas informaciones, según señalaban desde SNCF, apuntaban a una espera de al menos hasta el mes de agosto.
Sin embargo, las nuevas previsiones para los trenes sin transbordo en Figueres apuntan todavía más allá de dicha fecha, teniendo que esperar al menos hasta después del verano.
Los retrasos que está sufriendo esta línea, desde que se apuntó que estaría operativa en el mes de abril, se deben a problemas de homologación de los trenes. Se trata de un proceso que no resulta sencillo y se están registrando obstáculos a su homologación, especialmente en el lado francés de esta línea de Alta Velocidad.
Las dificultades tienen que ver con los cinco sistemas de señalización ferroviaria diferentes, así como con los dos sistemas distintos de electrificación. Pues los trenes AVE que circularán entre Madrid y París contarán con un sistema de 25.000 voltios para la vía de alta velocidad y otro de 1.500 voltios, para los cerca de 200 kilómetros de vía convencional entre las ciudades francesas de Perpignan y Nimes.
Actualmente las conexiones de Alta Velocidad con la capital francesa están siendo operadas con cambio de tren en Figueres, en un viaje de unas 10 horas desde Madrid. Cuando las infraestructuras estén listas para realizar el trasbordo, los tiempos disminuirán hasta las 9 horas.
Si bien el objetivo es conseguir entre 6 horas y media y 7 horas, para ello habrá que esperar a que la totalidad de las vías sean de alta velocidad, previsto para más allá del 2030.
Imagen de Alfie lanni en Flickr