Te contamos qué ver en Castilla-La Mancha, un lugar privilegiado en nuestro país, que por su cercanía da seguridad y confianza. En este año 2020, hemos aprendido a interesarnos más por nuestro vecino de balcón o de ventana y a apreciar cuánto tiene que ofrecernos lo que tenemos aquí mismo. Pero, sobre todo, hemos aprendido a descubrir que lo que tenemos cerca puede ser lo mejor del mundo. Y, ahora que nos apetece más que nunca salir y viajar, tenemos al lado una región llena de naturaleza, historia y una marcada personalidad que lleva mimando al viajero desde siempre.
Te proponemos un viaje iniciático por este territorio, unión de naturaleza, biodiversidad, patrimonio de la humanidad, turismo rural y sonrisas. Sobre todo, sonrisas de hospitalidad centenaria que se brindan al viajero en una tierra que no ha perdido su carácter ni sus rasgos tradicionales y que, a la vez, ha sabido adaptarse al presente. En pareja, con amigos o en familia, sus poblaciones, un destino en sí mismas, no solo invitan a quedarse, sino a descubrir escapadas inolvidables a las decenas de lugares interesantes que las rodean. Para que tus días empiecen visitando los vestigios históricos de un pasado milenario, sigan por parajes por donde campan animales terrestres y aves que te miran con la misma curiosidad que tú muestras hacia ellos, y los remates acompañado de una gastronomía única y un privilegiado observatorio astronómico. El cielo de Castilla-La Mancha, Destino Starlight en España. Sigue leyendo para descubrir las mejores cosas que ver y hacer en Castilla-La Mancha.
Castilla-La Mancha, tierra de agua
Sus grandes humedales y sus ríos se prestan a todo tipo de deportes y actividades acuáticas, como podrás hacer en el Parque Natural de las Lagunas de Ruidera, entre cascadas y aguas color turquesa. Para disfrutar de un lugar privilegiado en la observación de aves, Las Tablas de Daimiel, llanura fluvial única en Europa y reserva de la Biodiversidad por la Unesco. Los profundos cañones abiertos por los ríos tienen a su alrededor ecosistemas de fauna y flora excepcionalmente preservados y también pueblos que unen a lo natural mucho que descubrir. Los paisajes descritos en el Quijote en torno a Ruidera, la historia medieval de castillos y conquistas en el Campo de Calatrava, entre manantiales termales, o los rincones casi vírgenes con encinas centenarias del Valle de Alcudia. Con una de las masas forestales más desconocidas de nuestro país.
Montañas y bosques que ver en Castilla-La Mancha
Si eres un amante de la naturaleza, las montañas y bosques son, junto con los cursos de agua, la otra gran riqueza de Castilla-La Mancha. El bosque mediterráneo mejor conservado, en Cabañeros, permite caminar entre ciervos ibéricos y otras especies endémicas de nuestra península. En Tejera Negra se esconde uno de los hayedos más septentrionales, especialmente apreciado por sus colores otoñales y también un modo de construcción tradicional marcado por las rocas de pizarra de su Sierra, la Arquitectura Negra. En torno a Hellín y Tobarra, las sierras de Alcaraz y Segura guardan la “Suiza Manchega”, Ayna y los pueblos de su alrededor. En la Serranía de Cuenca encontrarás las Hoces del Río Cuervo y el agua de Solán de Cabras y, en el cañón del río Dulce, un conjunto de iglesias románicas, conservadas tal como se erigieron en el medievo, surgen a lo largo de la ruta.
Historia milenaria
En este gran territorio, la historia se ha desarrollado de forma intensa, con choques entre pueblos, civilizaciones y épocas que se sucedieron dejando vestigios únicos en el mundo. Como la villa de Carranque, una de los mejores lugares que visitar en Castilla-La Mancha, famosa por haber sido el retiro del mundanal ruido de un romano imperial. Sin olvidar la ciudad de Segóbriga, que proporcionaba el lapis specularis -equivalente del cristal de las ventanas- de los palacios más lujosos de Roma. Podrás viajar a la Antigüedad o aún más atrás, hasta la ciudad de la Edad del Bronce, la Motilla del Azuer en Daimiel. Así como conocer el arte rupestre levantino en los abrigos de Albacete o dar un salto adelante, hasta las ciudades visigodas en Recópolis, a castillos como el de Almansa en que se recrean batallas de la Guerra de Secesión o conocer la vida de los templarios entre rezos y espadas.
Cuatro grandes lugares Patrimonio de la Humanidad
De la mano de la historia encontramos también un Patrimonio de la Humanidad que no puede separarse de la naturaleza, agua, bosques y montañas. La singularidad de Castilla-La Mancha, como descubrirás, es que sus tesoros están rodeados de más tesoros. Y eso hace que sea una delicia alternar la visita a un gran monasterio, una catedral o un castillo con una ruta de senderismo, deporte al aire libre o actividades en el agua. Cuenca es destino obligado para familias con niños, por su Museo de Ciencias, el cercano Parque Cinegético el Hosquillo, donde ver osos y lobos en libertad, o el nacimiento del río Cuervo y toda su Serranía. Para amantes del arte y el pasado, Toledo es infinita y tiene, además, muy cerca de sus murallas, sus Montes y el Tajo. Además de lugares tan singulares como la Iglesia de Santa María de Melque, uno de los pocos templos conservados de la época visigoda. En las minas de Almadén tendrás la oportunidad de conocer la explotación del cinabrio, tal como se hizo desde la Revolución Industrial, adentrándote en las entrañas de la tierra y sintiéndote minero. Y conocerás, además, el tinte que dio su color característico a las pinturas rupestres que rodean este enclave.
Disfruta la gastronomía única de Castilla-La Mancha
Tan importante como recorrer y descubrir es disfrutar el placer de sentarse, de sostener charlas sosegadas o contemplar las estrellas en su plenitud. Algo a lo que invita especialmente la gastronomía castellano-manchega, un aprovechamiento lúcido de productos de proximidad, en una larga tradición con ecos en el Quijote, pero también actualizada en los restaurantes con estrella Michelin hoy referentes en el mundo y en el resto de sus locales. Tanto si buscas novedades culinarias como si tienes gustos clásicos, aquí se ofrece de todo, con una abundancia de vinos y de cervezas artesanas capaces de maridar con el paladar más exigente.
Ahora es momento de que elijas un destino en cualquiera de sus cinco provincias, para trazar desde él tus mejores vacaciones y escapadas sin salir de España. Porque ya sabes, tus vacaciones nunca han estado tan cerca como en Castilla-La Mancha. Y eso es algo que seguramente no imaginabas.