A veces hemos oído decir que Turín es la ciudad olvidada de Italia. Será porque está al refugio de los Alpes, porque en cuanto llegas a ella entiendes por qué fue la primera capital de Italia y aún hoy es uno de los motores industriales del país. Aquí se inventó el vermú, la Nutella, los Fiat y fue donde se construyó el primer cine italiano. No sabemos a ti, pero a nosotros todo esto nos suena a plan de fin de semana, a paseos entre las montañas, meriendas en parques y aperitivos con amigos antes de una tarde de pelis o museos.
Si estás pensando en viajar al norte de Italia, te damos 25 razones para visitar Turín:
1. Sentirte como un explorador en las salas del Museo Egipcio. Este espacio alberga la mayor colección de artefactos egipcios a este lado del Nilo.
2. Descubre los increíbles salones del Palazzo Madama, la que fuera residencia de los Saboya y en la actualidad Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Si lo que ves te parece increíble espera a ver las ruinas romanas que hay en su interior.
3. Al salir de este Palacio, que fue el primer Senado de Italia, te verás en la Piazza Castello, el centro de la ciudad y el lugar más importante durante siglos y siglos de historia. Visitarlo es formar parte de ella.
4. En esta plaza desembocan varias de las calles principales de Turín. Aprovecha y pasea entre las tiendas y cafés de Vía Roma.
5. Haz una parada en el Caffé Mulassano para tomar el aperitivo. Tomar un Martini o una copa de proseco en este diminuto bar con mesas de mármol es toda una experiencia.
6. Vuelve a la Piazza Castello para adentrarte en los lujosos salones del Palazzo Reale, la primera residencia real de los Saboya y centro de la política piamontesa durante más de 3 siglos. Después de la visita entenderás por qué Turín es conocida como la París de Italia.
7. Muévete entre los arcos de la Piazza San Carlo, apodada la “sala de estar de Turín” y donde se encuentran algunos de los cafés más antiguos de la ciudad.
8. Si eres fanático/a del fútbol, tu lugar está junto a la Juventus de Turín. Visita su estadio y pásate por el Museo para empaparte de la historia “bianconera”.
9. Pasea entre la arquitectura barroca y rococó típica de Turín y sus fachadas llenas de color: azul brillante, amarillo limón, rosa pastel…
10. Viaja a la antigua Iulia Augusta Taurinorum, ahora Turín, al observar la Porta Palatina, una de las construcciones romanas mejor conservadas del mundo.
11. Después de tanto monumento, tendrás que reponer fuerzas. Entra en la Gelatería Pepino y pide un Pingüino, ¡el helado estrella de la casa desde 1884!
12. Visita el corazón verde de Turín, el Parco de Valentino, junto al río Po y con joyas arquitectónicas como el Borgo Medievale.
13. Los cinéfilos no pueden perderse el Museo Nazionale del Cinema, está lleno de proyecciones y estímulos. Realmente es un lugar único.
14. Una de las mejores cosas de este museo es que se encuentra en el interior de la torre Mole Antonelliana. Con tu entrada podrás subir a lo más alto de esta torre y disfrutar de las vistas.
15. Turín es famosa también por el chocolate. Incluso existe una tarjeta llamada Chocopass que te permitirá probar distintas creaciones en las pastelerías de la ciudad. Aunque los productores más conocidos son Ferrero, Caffarel y Stregli no puedes dejar de probar las chocolatinas artesanas.
16. Descubre algo más sobre uno de los objetos más misteriosos del mundo, la Sábana Santa. La encontrarás en la Catedral de Turín.
17. El Palacio Carignano alberga el Museo del Risorgimento, el mayor museo sobre la unificación de Italia. Un paseo imprescindible para entender el país tal y como es hoy en día.
18. ¿Sabías que la marca Martini es de Turín? ¡Qué mejor lugar para tomar un aperitivo a base de esta bebida!
19. Si estás el segundo domingo del mes en Turín, tienes que ir al Gran Balôn, un mercadillo de antigüedades en el que puedes encontrar libros, gafas, cámaras vintage, muebles…
20. ¿Te gustan los souvenirs? Compra caramelos en la Pastiglie Leone, una de las confiterías más antiguas de Turín.
21. Viaja en el tiempo a través de los escaparates de las tiendas de Via Po. Antiguas librerías se mezclan con las últimas tendencias.
22. Adéntrate en la que fuera la primera fábrica de Fiat, el Edificio Lingotto. Después de que la fábrica cerrara en los años 80, el espacio se ha reutilizado para albergar exposiciones, salas de conciertos, restaurantes…
23. Sube a la Basílica de Superga, a 650 metros sobre el nivel del mar, para ver Turín desde las alturas.
24. Si te cansas de caminar, siempre puedes subirte a la línea 7 del tranvía. El trayecto es corto, pero ver el interior de sus antiguos vagones merece la pena.
25. Reserva una de las noches para vivir la movida estudiantil de Murazzi, un barrio que se extiende a lo largo de una de las orillas del Po. Nuestros bares favoritos son Big Mama y Chalet Disco Club.
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