¿Estás buscando a dónde ir en tu próximo viaje? Puede que ya tengas algunos destinos en mente, pero… ¿Y si te decimos que hay una isla volcánica que es básicamente un pedazo de paraíso en medio del océano Atlántico? Te presentamos Madeira. Este sitio goza de un clima cálido y primaveral durante todo el año. Es famoso por su gastronomía, sus vinos, sus actividades al aire libre, sus playas y, sobre todo, su hospitalidad. Además, acoge múltiples festivales a lo largo del año, entre ellos la popular Fiesta de las Flores de la isla. Tanto si buscas unos relajantes días en la playa, como si quieres vivir una emocionante aventura en la montaña, te aconsejamos que le eches un vistazo a Madeira para tus próximas vacaciones. Aquí tienes 9 fantásticas razones por las que deberías planear un viaje a esta hermosa isla portuguesa:
1. Un clima cálido todo el año
Cuando planifiques tus vacaciones en Madeira puedes hacerlo con la seguridad de que te espera un clima casi perfecto, sea cual sea la época del año.
Las agradables temperaturas te ayudarán a sacarle el mejor partido a la isla. Tanto si vas a la playa como si haces una excursión por la montaña, tienes casi garantizadas las condiciones perfectas para disfrutar de todo lo que ofrece la isla.
2. Sus habitantes
Madeira es conocida por la amabilidad de su gente. Los locales son extremadamente hospitalarios y siempre intentan crear un ambiente agradable en el que todos los visitantes se sienten como en casa. La calidez y comodidad con la que los turistas son recibidos hace que muchos vuelvan a la isla varias veces.
3. Playas y paisajes espectaculares
De todas las razones para elegir para pasar tus próximas vacaciones en Madeira, los impresionantes paisajes deberían encabezar tu lista. Madeira es una isla tropical cubierta de exuberantes montañas verdes y espectaculares acantilados. Aquí tienes algunos de los lugares más pintorescos que puedes visitar durante tu viaje:
Mirador de Cabo Girao y Teleférico Faja de Dos Padres
Cabo Girao es uno de los miradores más altos de Europa, ofreciendo increíbles vistas panorámicas del Atlántico. El mirador se encuentra en la cima de un acantilado empinado, a más de 500 metros sobre el nivel del mar. Si te sientes especialmente valiente, atrévete a caminar por el suelo de la plataforma transparente de la cima (siempre que no sufras de vértigo, claro).
Una vez que hayas disfrutado de las vistas de Cabo Girao, dirígete a la Faja Dos Padres, que se encuentra muy cerca, y toma el teleférico para bajar a la playa. Esta pequeña bahía antes solo era accesible por mar, pero ahora, gracias al teleférico, puedes descender para disfrutar de un baño en una asombrosa playa rocosa. ¿La caminata te dejó con hambre? Termina tu viaje con una comida frente a la playa en el restaurante Faja Dos Padres.
Santana
Puede que no te des cuenta, pero es probable que ya hayas visto fotos de una casa tradicional de Madeira. Se trata de las “palhoças“, construcciones en forma de “V” invertida con tejados de paja inclinados hacia el suelo. Estas maravillosas estructuras ocupan un lugar privilegiado en la portada de las postales de la isla, y son una visita obligada durante tu viaje. Puedes encontrar algunas palhoças clásicas en Santana (el segundo municipio más grande de Madeira después de Funchal), situado al norte de la isla.
Además de visitar las conocidas Casinhas de Santana, este municipio es también un buen punto de partida para visitar el Bosque de la Laurisilva (del que te hablamos más abajo) o para subir al Pico Ruivo.
Santana es un lugar pintoresco con un gran patrimonio arquitectónico, que incluye la Igreja Matriz de São Jorge, la Capela de Santa Ana y el Fortín de Faial, donde encontrarás cañones que apuntan al mar y que en la antigüedad defendían la isla de los barcos ingleses. También tendrás la oportunidad de comprar aquí productos artesanales tradicionales de la isla.
Playas de arena negra en Seixal y Caniçal
La playa de Porto do Seixal se encuentra en el norte de Madeira, junto a la ciudad portuaria de Seixal. Es una impresionante playa de arena negra en la que el verde de las montañas que la rodean contrasta maravillosamente con las aguas cristalinas. Es el lugar ideal para relajarse, tomar el sol, alquilar un kayak o explorar el fondo marino practicando snorkel o submarinismo.
Otras dos estupendas opciones para visitar mientras estás en Seixal son la Poça das Lesmas (piscinas naturales formadas en la roca volcánica) y la Praia de Jamaica (prepárate para maravillarte con su entorno natural único).
Además, aventúrate a conocer Prainha, localizado en el pueblo pesquero de Caniçal, al este de la isla. Este hermoso tramo de arena negra está rodeado de un paisaje árido. Prainha es famosa por las Dunas da Piedade, formaciones calcáreas fosilizadas de enorme interés geomorfológico.
El pueblo de Caniçal fue un centro de caza de ballenas entre 1940 y 1981. Y aunque la caza de estos mamíferos está actualmente prohibida, puedes realizar un fascinante viaje en el tiempo visitando el Museo de la Ballena, donde encontrarás impresionantes reproducciones en tamaño real.
4. El bosque de Laurisilva
Este bosque subtropical de Laurisilva es un sitio oficial del Patrimonio Mundial de la UNESCO y una de las zonas naturales más bellas de Madeira, llena de impresionantes cascadas y saltos de agua.
La entrada al bosque es espectacular, pasando por la Levada das 25 Fontes, un valle de roca volcánica donde las laderas están cubiertas de agua a borbotones.
En la actualidad, es el mayor bosque de laurisilva que se conserva en su género. El 90% de su superficie está cubierta por el ecosistema de bosque primario, que alberga una mezcla única de especies vegetales y animales. Muchas de estas últimas — la paloma torcaz de Madeira, por ejemplo— son autóctonas de la región.
5. Un patrimonio cultural enriquecedor
Con aproximadamente seis siglos de historia, la isla está llena de patrimonio cultural. Los edificios, las iglesias y los museos ayudan a contar la fascinante historia de lo que la isla ha vivido.
No pierdas de vista los ejemplos de la arquitectura manuelina, militar y modernista, las pinturas, los muebles, las esculturas, la fotografía, la porcelana y las joyas, entre otros.
En las ciudades más grandes de la isla, Funchal y Calheta, se encuentran los ejemplos más llamativos del rico patrimonio local. En Funchal se encuentra el Teatro Baltazar Dias, un importante centro cultural en el que se puede disfrutar de diferentes espectáculos. Mientras que en Calheta puedes visitar el Mudas (Museo de Arte Contemporáneo) que ha recibido múltiples premios por la arquitectura, los conciertos y las exposiciones que acoge.
6. Deliciosa comida y bebida
La gastronomía de la isla refleja el alma de los madeirenses, ofreciendo una enorme variedad de sabores. Gracias a su clima subtropical y fértil, los productos locales son de gran calidad, lo que contribuye a una explosión de sabores en los platos locales. El pescado, la carne, las verduras y las frutas de la isla dejan un inigualable sabor de boca.
Se puede degustar esta magnífica comida local en toda la isla, desde pescado recién capturado en restaurantes de nivel Michelin, hasta humildes bocadillos hechos con bolo de caco en el centro de Funchal.
Los conocedores del vino también deberían planear una excursión a una bodega o viñedo local. Ahí podrán probar el famoso vino que se produce en las montañas y junto al mar de esta maravillosa isla.
7. Increíbles actividades al aire libre
¿Eres más de playa o de montaña? En Madeira no hace falta elegir, ¡puedes tener ambas cosas!
Para los apasionados de la vida marina, una visita a la costa de Madeira es una experiencia realmente inolvidable. Las aguas de la isla son un punto de encuentro para más de veinte tipos de cetáceos, entre los que se encuentran los delfines mulares, los rorcuales, las falsas orcas e incluso los gigantescos cachalotes (que pueden medir hasta 16 metros de largo). Gracias a su clima templado, podrás ver a estas criaturas durante todo el año.
La mayoría de las excursiones en barco parten del sur de la isla. Funchal, Calheta y Machico son buenos lugares para adentrarse en el Atlántico. Se pueden alquilar embarcaciones privadas, aunque es mejor adentrarse en el mar con un guía que te indique dónde encontrar las distintas especies (no olvides llevar unos buenos binoculares). Si tienes suerte, incluso podrías saltar al agua y nadar con delfines.
Si prefieres estar en tierra firme, los caminantes y excursionistas pueden disfrutar de los sinuosos senderos de Las Levadas, que discurren paralelos al agua y recorren cientos de kilómetros por toda la isla. Un auténtico paraíso para los caminantes.
Hay levadas de todos los niveles, tanto para principiantes como para caminantes experimentados. Uno de los senderos más populares es el Caldeirao Verde, que lleva a una gran cascada que cae en una laguna cristalina.
Pero no todo son ascensos costeros en Madeira; también puedes disfrutar de las cumbres del interior de la isla, como el Ruivo y el Pico do Arieiro. El más alto (con 1.861 metros) es el Pico Ruivo, con una subida de tres kilómetros hasta la cima. Aunque puede parecer difícil, la subida de 270 metros está clasificada como de baja intensidad. Merece totalmente la pena una vez que te encuentras por encima de las nubes, siendo capaz de mirar toda la isla a tus pies.
Al margen de la escalada y la navegación, la mejor opción para explorar todos los rincones de la isla es alquilar un coche. Abróchate el cinturón y recorre Madeira a tu ritmo.
8. Festivales culturales durante todo el año
Es muy difícil aburrirse en Madeira. Siempre hay algo que hacer con diferentes eventos y festivales que tienen lugar tanto para los locales como para los turistas.
Una de las citas más importantes del calendario es el Festival de Sao Joao, que celebra el inicio del verano con un bonito despliegue de fuegos artificiales, música y mucha gastronomía local.
Si eres un aficionado del automovilismo, probablemente sabrás que la isla alberga el Rally del Vino de Madeira. Se celebra en agosto y es uno de los campeonatos europeos de rally más famosos.
Probablemente el acontecimiento más colorido del año sea la popular Fiesta de las Flores de Madeira, en la que toda la isla está cubierta de flores.
Una isla en el Atlántico para disfrutar del sol, caminatas, playas, buena comida e impactantes paisajes. Planea tus próximas vacaciones en Madeira.
Por último, pero no por ello menos importante, brindemos por la fiesta del vino de Madeira. Es la manera perfecta de degustar los vinos que ofrece la isla, incluidos los más históricos elaborados con métodos tradicionales.
9. Madeira está cerca de la isla de Porto Santo
Unas vacaciones en Madeira no están completas si no se va de isla en isla. Porto Santo es una isla más pequeña al norte, donde encontrarás 9 kilómetros de playas de arena dorada. Es el lugar perfecto para tumbarse y tomar el sol, o para participar en las mejores fiestas en la playa.
A lo largo de la playa encontrarás increíbles chiringuitos, que ofrecen un agradable respiro del sol, y que cuentan con aseos y duchas públicas para refrescarse rápidamente.
El litoral de Porto Santo está dividido en varias playas, como la Praia do Penedo, la Praia do Cabeço y la Praia das Pedras Pretas, y cada una de ellas tiene su propio encanto.
¡Listo! Ahora estás perfectamente preparado para planificar tus vacaciones en Madeira. Prepara tu maleta, ponte las gafas de sol y empieza a buscar vuelos y opciones de hotel hoy mismo.