Coincidiendo con el proceso de reestructuración que está atravesando Renfe, la empresa ferroviaria ha decidido el cierre de algunas de sus rutas internacionales. Así, el pasado 7 de diciembre dejó de operar sus servicios Trenhotel Pau Casals, los cuales desde 1989 cubrían el recorrido entre Barcelona y Zurich.
Pero no ha sido esta la única supresión indefinida de conexiones internacionales que ha efectuado Renfe en este último tiempo. También se han eliminado sus trenes Trenhotel que prestaban servicio entre Barcelona y Milán.
Según han señalado desde la compañía, se trata de una decisión que obedece a la progresiva reducción de “viajeros que están dispuestos a pagar por un cochecama”. La gran caída registrada en la demanda de estos servicios hace que en este momento no resulten rentables como para continuar con sus operaciones.
Otros de los motivos apuntados desde Renfe hacen alusión a la inauguración de las conexiones entre España y Francia en Alta Velocidad , así como a una modificación en la normativa de seguridad ferroviaria aplicada en Italia.
Los cambios en la legislación italiana, vigentes desde el pasado 1 de enero, suponen la obligación remodelar los coches que cubren estos servicios. Esta remodelación implica que Renfe debería asumir elevados costes (unos 50.000 euros por coche), además de suspender la actividad de estos trenes a lo largo del año de duración de este proceso.
La suspensión de estas dos rutas reduce la cantidad de conexiones internacionales de Renfe a solamente cuatro líneas. Por un lado, las que enlazan Madrid y Barcelona con París-Austerlitz en los trenes Elipsos. Luego estarían las que enlazan Lisboa con Madrid y con Irún, con el Lusitania Express y el Surexpreso, respectivamente.
Imagen de Haydn Blackey en Flickr