El pasado año, el Ministerio de Fomento puso en marcha nuevos cambios en el funcionamiento de la Alta Velocidad en nuestro país. Se trata del proceso de liberalización que se llevará a cabo en la red del AVE de Renfe.
En el plan negociado entre la operadora ferroviaria y Fomento se prevé que los servicios de cercanías y regionales sean licitados en franquicia a partir de 2013, mientras que en la red del AVE y Larga Distancia entrarían a operar otras compañías distintas de Renfe a partir de 2014.
Aún así, Renfe seguirá siendo la empresa de referencia una vez completado el proceso de liberalización.
Tras el retraso de las fechas marcadas por la Unión Europea para concluir este plan de liberalización en España, el último calendario establece un margen entre 2015 y 2017. Pero desde el Gobierno español se ha exigido a la dirección de Renfe que acelere este proceso.
En los principales corredores de AVE y largo recorrido se pretende introducir nuevos operadores privados y públicos, tanto nacionales como internacionales. Esto supondrá grandes transformaciones para la operadora pública, así como para Adif, la administradora de infraestructuras ferroviarias.
Los importantes recortes que se derivarán de estos cambios de explotación en la red ferroviaria en nuestro país son vistos con temor por los trabajadores de estas empresas. Desde las fuentes sindicales de Renfe se ha señalado que, si bien en el calendario establecido con el anterior presidente de la empresa se recogían tranformaciones similares, “se daba tiempo a la compañía a prepararse para la competencia”.
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