¿Quieres vivir una experiencia única? ¿Estás cansado de que tus vacaciones siempre sean iguales? Te presentamos una propuesta que no te dejará indiferente.
En Bolivia, en el Salar de Uyuni, un imponente paisaje natural te dará la bienvenida. Y es que este lugar alberga la principal reserva mundial de litio. Allí, lejos de la civilización y del ruido de las ciudades, podrás desconectar de todo y vivir durante unos días como un auténtico aborigen. Ayudarles en la agricultura o en la esquila de las llamas, entre otras cosas.
“Hay interés en el turismo comunitario, en convivir con la gente del campo, participar de sus almuerzos y cenas. Las comunidades han acondicionado una o dos habitaciones con camas para poder convivir con los turistas”, cuenta Rosa Pérez, presidente de la Cámara Regional de Turismo de Uyuni.
Las vacantes son para personas que busquen vivir en una comunidad campesina, en medio de su enorme pobreza, sin ordenadores ni teléfonos móviles, sin duchas ni neveras, con pozos sépticos como baños y, en la mayoría de los casos, sin luz eléctrica.
Este sistema turístico ya funciona en las comunidades de Atulcha, Villamar y San Juan, alrededor del Salar, el desierto de sal más grande del mundo y uno de los yacimientos de litio más ricos, a 3.600 metros sobre el nivel del mar.
Vivir con un campesino, trasquilar lana de llamas o caminar por regiones andinas tiene un coste diario de unos 15 dólares.
Además, desde el poblado de Uyuni se puede ir hasta otros puntos turísticos, como las lagunas Colorada y Verde. Aunque ahora el mal clima no permite llegar allí y obliga a los pocos visitantes a dirigirse al poblado de Pulacayo, una zona minera, convertida hoy en una ciudad fantasma.
Calles vacías, un clima frío y el viento que cala hasta los huesos sumergen a Pulacayo en una imagen fantasmagórica. Pero muchos estarían encantados de pasar unos días por aquí… ¿Tú te apuntarías?
Me apuntó hasta a un bombardeo!