Aún colea el accidente de Santiago de Compostela y el tema de la seguridad. Por eso Adif ha decidido reforzarla en una serie de puntos de su red nacional, tras una indicación en ese sentido del Ministerio de Fomento, que sigue así la recomendación de la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios.
Lo que se va a hacer es instalar sistemas de frenado automático en tramos de AVE en que se viaje a más de 160 kilómetros por hora, además de colocar la correspondiente señalización previa, tanto con carteles verticales como con avisos acústicos para los conductores, al fin y al cabo los encargados de frenar los trenes.
También se aplicarán las medidas a las vías con ERTMS, un sistema frena automáticamente el tren si la velocidad no es la que corresponde a ese tramo, porque por ellas pueden circular otros trenes, como los de mercancías, que operan con respaldo ASFA.
De esta forma, habrá balizas ASFA en 80 localizaciones concretas de la mencionada red, empezando por la de Angrois, donde tuvo lugar la tragedia del Alvia en julio: el pasado 4 de agosto se señalizó el paso con una baliza acústica y se instaló el ASFA durante 4,4 kilómetros, limitándose la velocidad a 30 kilómetros por hora en la curva.
Estas medidas se irán incorporando progresivamente a otros sitios, con preferencia para las zonas en las que se producen cambios bruscos en el ritmo de la marcha y que suelen están relacionadas con el acceso a ciudades, curvas o proximidades de desvío o de obras.
No obstante, se trata de acciones con carácter meramente provisional, en palabras de Adif, y fruto de un primer estudio de la red mientras se esperan las conclusiones del informe de la comisión de seguridad creada tras el siniestro.