Enrique Urquijo, director general de Viajeros de Renfe, ha anunciado la intención de la compañía de establecer un sistema de tarifas variables para algunas rutas del AVE. Se inspiraría en el modelo de las líneas aéreas, que permite precios más baratos cuanta más antelación tenga la reserva y se empezaría a aplicar en 2011, aunque aún no hay fecha concreta.
No se trataría de descuentos fijos puesto que para eso están las tarifas Web y Estrella (60% y 40% respectivamente) y además se aplican sólo a un determinado números de asientos y con plazos cada una de quince días y una semana. Tampoco de la tarifa de Última hora, que servía para cubrir los asientos que quedaban vacíos hasta poco antes de la salida y que sólo duró unos pocos meses, por lo que ya no está vigente.
La idea es un precio no predeterminado, por lo que Urquijo insiste con el ejemplo de los aviones: «Nadie sabe lo que vale un vuelo a Londres: puede costar 3 euros o 585. Cada vez los servicios comerciales tendrán que ir más por ahí. Es decir, en función de la inflexibilidad de la oferta. Si tú tienes que ir inmediatamente a Madrid pagarás mucho, y si compras el billete con dos meses de antelación, pagarás muy poco».
Inevitablemente resurge un temor que ya flotó en el ambiente hace tiempo: el temido concepto low cost. Urquijo prefiere no emplear esas palabras y deja la iniciativa exclusivamente en el ámbito de los precios: «Servicios low cost, no; pero sí tarifas concretas de bajo coste».
