Entre Cabezón de Pisuerga y San Martín de Valvaní, provincia de Valladolid, se llevan a cabo las obras del AVE a Peña Rayada, un tramo de 3,5 kilómetros que forma parte del corredor Norte-Noroeste que unirá ambas poblaciones en su doble trayecto hacia Burgos y Vitoria, por un lado, y hacia León y Asturias por otro.
Buena parte del recorrido lo hará bajo tierra, en concreto bajo el Páramo de Bárcena, mediante un túnel que tendrá una longitud de casi 2 kilómetros y 85 metros cuadrados de sección libre en el tubo, constando de doble vía más una galería de acceso intermedio de 300 metros para mantenimiento y evacuación. Los trabajos, encargados a la empresa Ferrovial con un presupuesto de 55,3 millones de euros, están casi concluidos, con tres cuartas partes hechas. De los 1.998 metros hay excavados ya 1,201 por la boca sur y 185 por la norte, lo que permite calcular el final de la obra para mediados de 2011.
No es un trabajo sencillo, sin embargo. El terreno es arcilloso, por lo que se avanza lentamente; de hecho, el pasado mes de abril se produjo un hundimiento de varios centímetros de techo a lo largo de un segmento de 80 metros a causa del reblandecimiento producido por las fuertes lluvias. No se utiliza tuneladora sino un complejo sistema de perforación mecánica que se denomina austríaco y que consiste en abrir primero la mitad superior del túnel y asegurarla estructuralmente para luego acometer la perforación de la parte inferior. Cerchas metálicas y revestimientos de hormigón en capas de 45 centímetros completan la fijación de paredes y techos.
A todo ello hay que sumar dos pasos elevados de 96 y 70 metros de longitud para las variantes de la carretera VA-3003 y los drenajes. Asimismo, se integrará la infraestructura en el paisaje, par lo cual las masas vegetales arrancadas se van acumulando en los laterales para reutilizarla al acabar.
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