¿Nueva Zelanda? Pero si eso está literalmente en la ¡otra punta del mundo! Eso dirán tus amigos y familiares cuando les digas que tienes la intención de visitar este paraíso. Sí, sabemos que está lejos, he aquí la gracia, Nueva Zelanda al otro lado de (nuestro) mundo es un país de contrastes, cultura y naturaleza.
Traemos 11 razones por las que te convencerás que las horas de vuelo que nos separan de estas preciosas islas valen totalmente la pena.
Advertencia: Después de leer este post puedes sentir un impulso incontrolable de hacer las maletas y viajar al país maorí.
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Perderte en la inmensidad de sus paisajes
Con 14 parques nacionales, Nueva Zelanda es naturaleza en estado puro. Su situación remota ha preservado intactos sus paisajes de ensueño y su rica biodiversidad. Recomendamos Milford Sounds, la zona de fiordos y glaciares situada al en el Parque Nacional de Fiorland.
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Practicar inglés
Es el lugar perfecto para aprender inglés, a través de cursos o trabajando. Su herencia cultural británica y su sistema educativo la hacen un destino ideal para aprender y practicar el idioma, y con un clima ¡mucho más agradecido que en Inglaterra!.
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Conocer un kiwi
Sí, en Nueva Zelanda Kiwi, a parte de la famosa fruta proveniente de China, es también el nombre del ave símbolo de la nación y el nombre por el que se conocen sus habitantes.
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Disfrutar de su calidad de vida
Nueva Zelanda es un país 100% occidental, con una economía rica y desarrollada, donde el balance entre el trabajo y el tiempo libre representa uno de los pilares fundamentales del típico “estilo de vida kiwi”. Según este ranking, 2 de sus ciudades se encuentran en el top 20 de ciudades mundiales con mejor calidad de vida. ¿Habrá que comprobarlo no?
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Hacer nuevos amigos
Como sabrás es un país joven y urbanita. Una tercera parte de sus 4.6 millones de habitantes ¡son menores de 25 años! y casi el 90% de su población vive en zonas urbanas.
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Bañarte en sus playas
Su clima temperado con fuertes contrastes regionales lo hace un país agradable donde vivir . Hay costa para todos los gustos: de arena blancas o negra, de agua tibia o helada, tranquila o para surferos…
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Practicar un deporte extremo o de aventura
¿Te va la aventura? Nueva Zelanda es el paraíso para los aficionados al deporte y el contacto con la naturaleza: del esquí a los deportes extremos, las actividades al aire libre forman parte del ADN del país. Queenstown, en la Isla Sur, es la meca de los deportes de aventura y donde se inventó el Bungee Jumping.
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Degustar la gastronomía local e internacional
Aunque pueda parecerte un destino remoto, recibe habitantes de todo el mundo, especialmente de Asia y de países anglosajones. Por eso su gastronomía cuenta con delicias internacionales aunque su plato estrella, el fish and chips proviene de sus influencias inglesas.
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Integrarte en la Cultura Local Maorí
El nombre con el que los maoríes se refieren a Nueva Zelanda es Aotearoa, que significa el país de la larga nube blanca. La cultura maorí, proviene de la polinesia de Hawaiki, su historia, idioma (Te Reo Māori) y tradiciones, como los llamativos tatuajes ‘Tā moko’, son una parte integral de la vida de los nueva zelandeses.
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Jugar un partido de Rugby
¿A quién no le pone la piel de gallina la famosa Haka de los All Blacks? Los kiwis son fanáticos de este deporte y no es raro ver gente jugando o practicándolo a todas horas. Si eres amante de este deporte no te pierdas el New Zealand Rugby Museum ubicado en Palmerston North en la Isla Norte.
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Sentirte Hobbit por un día
Como seguramente ya sabrás las famosas películas de Peter Jackson “El Señor de los Anillos” y “El Hobbit” se rodaron aquí. Reserva un día para ir a visitar el set de rodaje y dejar volar tu fantasía, seas o no amante de estas películas la experiencia será inolvidable.
¿Está Nueva Zelanda entre tus destinos para visitar este año? Cuéntanoslo en los comentarios