La capital del Vallés Oriental, que ha crecido a orillas del río Congost, te atrapará con su casco histórico, que parece pensado para pasear por él, por la tranquilidad que desprende en cada uno de sus rincones, con su lonja, con su ruta medieval, modernista y prehistórica y, por supuesto, con su gastronomía, con las alubias del ganxet como protagonistas.
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En la plaza Gran de Granolles, y sobre una plataforma creada con piedras, se levantan 15 columnas a las que cubre un tejado. Este es el monumento más importante de la ciudad y fue levantado en 1586 como una lonja de grano. En una de sus esquinas está la Pedra de l'Encant, un bloque que seguramente era utilizado para hacer las subastas de productos ganaderos y agrícolas. Según cuenta la leyenda, esta piedra fue arrastrada por una riada hasta este lugar y aquí permanecerá hasta que otra se la vuelva a llevar.
En este mismo lugar cada jueves se instala un mercado, que viene documentado desde el año 1040, donde los tenderos, agricultores y vecinos se reúnen para comprar diferentes productos pero también para disfrutar de una riquísima tradición local como es almorzar a base de alubias del ganxet.
Acércate hasta el Museo de Granollers, que organiza una ruta medieval que recorre el casco histórico de la ciudad. Pasarás por sus plazas porticadas, sus murallas, sus torres de defensa, la iglesia de San Esteban, las casas señoriales y una curtiduría del siglo XVI donde aprenderás el proceso que conlleva el tratamiento de pieles. Este museo es el encargado también de la ruta modernista, que pasa por joyas como la Sala Tarafa y el hospital Asilo.
Para disfrutar de la naturaleza, sigue la ruta prehistórica que empieza en Céllecs, en la Serralada de la Marina, o acércate al aula de naturaleza Can Cabanyes, un espacio verde de la ciudad en el que se ha instalado una especie de refugio de pájaros.
Si te gusta la danza, el circo y la música, visita Roca Umbert, una fábrica textil antigua que hoy está considerada el corazón cultural y artístico de Granollers. En su interior alberga salas de ensayo, la biblioteca municipal, el espacio de las artes y un centro audiovisual. A la salida, prueba el rajol, un dulce elaborado con hojaldre y crema de cacao que se rellena con praliné de avellana y con trufa.
Junto al Museo de Granollers, considerado como parte de la arquitectura más moderna de esta localidad catalana, vas a poder encontrar una gran variedad de hoteles baratos de diferentes categorías. Haz la reserva de tu hotel con suficiente antelación.
En los alrededores de los jardines Antonio Jonch, un pulmón verde de este municipio, no tendrás ninguna dificultad a la hora de encontrar hoteles en Granollers en los que alojarte. Además, podrás hacer una visita al cercano Museo de Ciencias Naturales.