La monumentalidad de su catedral, así como su casco antiguo, son solo una parte del encanto de Murcia, una ciudad a orillas del río Segura y una de las capitales españolas más importantes en temas de tapeo gracias a las exquisitas combinaciones de carnes, pescados y vegetales de sus huertas. Por si fuera poco, el agua y el barro del Mediterráneo en conjunto con las últimas tecnologías, han conseguido que este destino se haya convertido en el lugar ideal para disfrutar de sus tratamientos de belleza, de salud y de talasoterapia.
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Visita una construcción de 600 años como es la catedral de Murcia, levantada sobre una mezquita árabe y con mezcla de varios estilos como el gótico de su interior y el barroco de su fachada. Tu recorrido puede continuar hasta alcanzar el castillo, una fortificación que además de servir para defender la ciudad, fue utilizada como prisión y posteriormente como almacén de grano. Finalmente sirvió como frontera entre los reinos de Castilla y Aragón, una situación que duró hasta el siglo XV. En la actualidad existen visitas guiadas para conocerlo.
La iglesia de San Nicolás de Bari es otro de los lugares que merece la pena visitar en esta ciudad. En sus alrededores encontrarás hoteles baratos que te ofrecen algunas de las mejores vistas de Murcia. El interior del templo alberga la imagen de la Dolorosa y del Santísimo Cristo del Amparo, obra atribuida a Salzillo. Para desconectar, piérdete por el jardín de Floridablanca, el resultado de una espectacular estética de estilo románico propia del siglo XIX. Ahí podrás contemplar algunos ejemplares de ficus y la estatua del conde José Moriño, colocada en su actual emplazamiento en el año 1849.
Si durante tu estancia en los hoteles de Murcia quieres beneficiarte de las aguas murcianas que llevan casi 3 siglos curando y rejuveneciendo a todo el que se sumerge en ellas, acércate hasta el balneario de Archena. Aquí vas a encontrar hoteles excelentes donde relajarte de 1 000 maneras distintas.
Si te gusta la cultura, reserva hotel junto al Museo Salzillo, que cuenta con varias salas donde se exponen sus grandes esculturas, esculpidas para las procesiones típicas de Murcia en Semana Santa. Los hoteles de esta zona suelen ser tipo boutique.
En el casco histórico de la ciudad también hay varios hoteles con diferentes categorías. Lo mejor de alojarse en esta zona es que estarás cerca de sus mejores restaurantes, en los que podrás probar platos tan típicos como el pisto o el arroz murciano.
Si no concibes un viaje por una ciudad española sin irte de tapas, en Murcia estás de suerte. Hay bares por toda la ciudad pero la mayoría se concentran en la plaza de las Flores, cerca de la catedral y en la zona de Vara del Rey. En estas áreas hay también varios alojamientos.