Ribadesella es un pueblo situado al norte de Asturias, al borde del mar Cantábrico. Dividida en 2 por el río Sella, es conocida precisamente por el Descenso del Sella pero guarda joyas prehistóricas como la cueva del Tito Bustillo. Paseando por su casco histórico verás casas nobles y en el paseo de la Grúa descubrirás su historia explicada a través de murales.
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Una de las primeras paradas cuando te alojes en un hotel en Ribadesella es en la cueva del Tito Bustillo, declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco. Ahí podrás recorrer una pequeña parte de la gruta y admirar las pinturas rupestres de más de 33 000 años de antigüedad. Para ver todo lo que esconde el lugar, vete al Centro de Arte Rupestre, donde aprenderás un poco más sobre quien vivió ahí.
Pasea por el centro histórico de Ribadesella, donde encontrarás algunos hoteles baratos. Fíjate en las fachadas de las casas más nobles, ya que algunas tienen escudos. Vale la pena ver la casa de la familia Ardines y la iglesia de Santa María Magdalena, que destaca por sus vidrieras y sus frescos. Para ver unas magníficas vistas del pueblo, sube a la ermita de la Virgen de Guía. Justo a su lado verás unos cañones que servían para defender la ciudad.
Si quieres conocer la historia de este pueblo desde la Prehistoria hasta nuestros días, aquí encontrarás una forma diferente de aprenderla. Vete al paseo de la Grúa, donde encontrarás 6 murales hechos de cerámica que dibujó Mingote. El lugar es conocido como la ruta mitológica porque ahí se explica la cultura asturiana a través de estos personajes. Desde aquí también verás unas vistas impresionantes tanto al pueblo y a su puerto como a la playa de Santa María y a la desembocadura del Sella.
Reserva hotel en el centro histórico de Ribadesella si tu escapada a este pueblo asturiano es de pocos días. Es la mejor opción para estar cerca de sus lugares de interés pero también es el lugar ideal para disfrutar de su gastronomía. En sus calles hay muchos bares y restaurantes en los que podrás probar platos deliciosos como la abada asturiana o el pastel de cabracho. Para beber, hay que pedir sidra.
La plaza Nueva y la de la Iglesia son las más animadas de la ciudad y ahí también encontrarás algunos alojamientos. Si te gustan las compras, el mejor lugar para encontrar un hotel es en los alrededores de la Gran Vía y la calle Comercio, donde encontrarás muchas tiendas. La zona del puerto es otra ubicación interesante para buscar alojamiento en este pueblo asturiano.
También puedes encontrar hoteles cerca de sus playas. Una de las más concurridas es la de la Atalaya. Si caminas por la zona, encontrarás más calas de piedra y lugares en los que te podrás bañar solo. Otra opción es la playa de Santa Marina, que acaba en la Punta del Arenal, justo el sitio en el que el río Sella acaba desembocando al mar.