A orillas del Duero, Zamora es conocida como la ciudad del Románico, pues atesora más 23 iglesias de este estilo repartidas en distintos puntos de la ciudad. Además, conserva un patrimonio modernista único, que la incluye en la Ruta del Modernismo Europeo. El castillo y las viejas murallas medievales, que le han valido el calificativo de la "bien cercada", le dan belleza y te permiten adentrarse en su historia y el legado romancero.
La gastronomía zamorana constituye una buena excusa para visitarla, pues en esta ciudad podrás probar delicias tan sabrosas como el arroz a la zamorana, el dos y pingada, las sopas de ajo, la ternera de Aliste o el bacalao a la tranca. Pasear por frondosos espacios verdes como Valorio, contemplar atardeceres únicos en la ribera del Duero o disfrutar de un café en una terraza en la plaza Mayor son otros de los planes que puedes disfrutar en Zamora.
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Si quieres adentrarte en la historia y los orígenes de Zamora, lo recomendable es reservar hotel en la zona antigua. Estarás a un paso de la catedral, que destaca por su maravillosa cúpula gallonada, de las antiguas murallas, que conservan algunas puertas de entrada como la de Olivares y Doña Urraca, y el castillo, decorado con unos grandiosos jardines que regalan vistas únicas al Duero.
La plaza Mayor constituye uno de los mejores escaparates a la ciudad. Muy próxima a la calle Herreros, donde se concentra la animación nocturna, y algunos hoteles, está rodeada por el edificio del Ayuntamiento y la iglesia de San Juan de Puerta Nueva, en cuya entrada se sitúa el Merlú, un dúo escultórico de encapirotados con corneta y tambor, y coronada con la popular veleta del Peromato.
El Duero divide Zamora creando un paisaje sumamente bonito. Cruza el puente medieval de piedra o el de Hierro, inspirado en la torre Eiffel, acércate hasta el margen izquierdo del río y disfruta de un paseo o de un atardecer único.
La Semana Santa, una de las citas más especiales del calendario zamorano, está declarada de Interés Turístico Regional, por la belleza y por la austeridad y espiritualidad con la que los zamoranos la viven. Visitar el museo de Semana Santa es una excelente forma de profundizar en ella, pues guarda los pasos procesionales de numerosas cofradías.
La zona de la plaza Mayor y las calles Santa Clara y Santorcuato forman parte del centro de la ciudad, una excelente zona para reservar hotel en Zamora, sobre todo si quieres conocer su patrimonio románico y modernista o los tesoros arquitectónicos del casco antiguo. En estas zonas encontrarás las principales tiendas, así como un buen número de bares y discotecas, principalmente en la calle Herreros.
Otra opción es reservar hotel en las inmediaciones del parque de la Marina Española. Está muy próximo a las principales calles comerciales y a la zona de tapeo, conocida como los Lobos, donde se aglutinan un buen número de bares, cada uno especializado en una tapa típica de la zona. Si quieres tener vistas únicas al Duero o tienes pensado realizar excursiones a los alrededores, busca hotel en la zona de la avenida del Mengue o la plaza de la Horta.