Viaje muy caro con grandes retrasos y enormes esperas y plantones
El avión salió con retraso a la ida y con mucho retraso a la vuelta. La vuelta fue sin duda pésima. En edimburgo ya antes de tomar el avión hubo cambios continuos en la información sobre la hora de salida y el número de puerta de embarque. El personal de tierra de Ryanair en Edimburgo nos trató como a ganado. El avión del trayecto Edimburgo-Valencia estaba lleno de turistas ingleses borrachos que bebían alcohol corrían por el avión chillaban y cantaban a gritos sin que el personal de vuelo les llamara la atención. Los pasajeros que iban detrás de nuestros asientos se bebieron una botella de alcohol entera y no pararon de eructar peerse y hablar a grito pelado durante todo el viaje celebrando una fiesta improvisada con otros pasajeros que fueron desde sus asientos a reunirse con ellos. La pasividad del personal de Ryanair fue absoluta. No movieron un dedo por el bienestar del resto de pasajeros. Fue bochornoso el peor vuelo de mi vida.