Ubicada en la costa norte de Lanzarote, Playa Famara es famosa entre los surfistas por sus increíbles olas, tanto es así que se conoce como el "Hawaii europeo". Su ambiente relajado y el entorno natural hacen de esta playa un lugar obligado para parar en tu viaje a la isla.
Escondida tras montañas volcánicas, Playa Papagayo es un refugio de arena blanca y perfecto emplazamiento.
Sólo se puede llegar después de una caminata, pero visitar esta joya natural de Lanzarote merece mucho la pena.
Ubicada en La Graciosa, dentro del archipiélago Chinijo, la Playa las Conchas es el punto más septentrional de las islas Canarias.
Con arena dorada y las aguas cristalinas, los bañistas tienen que ir con cuidado porque suele haber mucha corriente.
Refugiada del viento, esta playa de arena negra encaja en la típica postal de las islas Canarias.
Es muy popular entre turistas y familias porque las aguas de Playa Quemada son tranquilas y dispone de todos los servicios necesarios para pasar un bonito día en familia.
Relativamente pequeña, Playa Blanca es una playa de arena de este color y destaca por estar siempre limpia y ofrecer todo tipo de servicios.
En los alrededores podrás encontrar bonitos restaurantes y un paseo con mucho encanto en el que siempre hay bicicletas y gente patinando.
En el norte de Lanzarote, se encuenta esta playa de aguas tranquilas y arena blanca que contrasta con el entorno eminentemente volcánico de la isla.
Caletón Blanco, de belleza exuberante, representa en su fauna y flora los ecosistemas típicos de las islas Canarias.