Cruce de culturas desde hace milenios, la ciudad de Amán se esconde en las montañas jordanas esperando que el visitante se atreva a descubrir uno de los tesoros más valiosos de oriente. Las culturas que han pasado por aquí han dejado joyas del calibre del Teatro Romano, la Mezquita del Rey Abadalá I o el moderno e interesante Royal Automobile Museum, todo para dar forma a un destino en el que los sentidos no descansarán nunca.
Un vuelo a Amán permite sumergirse en el exotismo y el misterio de una ciudad pensada para ser disfrutada sin importar el tipo de viajero que se sea. Sin duda alguna, la experiencia de pasar unos días en la capital de Jordania quedará para siempre en tu mente, por lo que no deberías dejar escapar esta oportunidad.
Hay destinos en los que es crucial elegir bien la época para poder disfrutar al máximo de su atractivo. Amán se encuentra situada en una serie de colinas que hacen que la altitud de la ciudad varíe entre los 700 y los 1.100 metros. Este desnivel crea condiciones climáticas muy distintas, aunque por regla general el clima suele presentar patrones comunes. Así, el calor puede llegar a ser un problema durante el verano, ya que hay días en los que la temperatura supera los 40 ºC.
Los meses de marzo, abril y mayo son mucho más suaves y de precipitaciones prácticamente nulas. De esta forma, esta es la época del año que arroja mayores ventajas para que tomes un vuelo de Madrid a Amán y disfrutes de una ciudad llena de experiencias.
Con estos breves datos, tu pregunta de cuándo visitar Amán puede ser contestada y, así, elegir el momento que más proicio te sea para poder visitar esta increible y enigmática ciudad que, en ningún caso, te dejará indiferente.
Planes no te van a faltar cuando aterrices en la capital de Jordania. La ciudad más moderna se encuentra en la parte oeste de la ciudad y te ofrece la oportunidad de disfrutar de bares y de un ambiente nocturno que te sorprenderá. Con todo, el atractivo de Amán se encierra en sus monumentos, por lo que no debes perderte los siguientes:
Amán te hará disfrutar de una estancia sorprendente y fascinante si visitas todos estos lugares.
Al igual que la ciudad, la cocina de Amán muestra la fusión de las distintas culturas que han pasado por la zona. En sus platos no te costará nada encontrar detalles occidentales, árabes o turcos, por lo que experimentar es lo mejor que puedes hacer.
Pese a que no se trata de un plato en sí mismo, las aceitunas de la zona son deliciosas, por lo que no deberías perder la oportunidad de disfrutar de ellas como aperitivo siempre que puedas. El Baba ghanooj es un buen motivo para tomar un vuelo de Barcelona a Amán. Es una mezcla de berenjenas ligeramente asadas, limón, ajo y una buena cantidad de especias. El resultado te fascinará, por lo que no deberías dejar de probar este plato. Lo mismo sucede con especialidades como el hummus, el falafel o el tabbouleh, platos con un sabor que no podrás olvidar.
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No todas las ciudades pueden presumir de contar con recuerdos para los visitantes que quedarán para siempre ubicados en lugares especiales por su belleza y por muchos otros motivos. Amán sí que puede, y es que en su zoco o en las tiendas especializadas encontrarás piezas de artesanía que te encantarán y que te harán sentir un poco más cerca de esta ciudad cuando regreses de tu viaje.
Un sencillo recuerdo es el de los tarros con arena del desierto que encontrarás en muchos lugares. Se recogen en los alrededores de Amán o en lugares tan especiales como Petra, por lo que son ideales. Las piezas de plata beduina son también buenos regalos, ya que son de gran calidad y representan motivos tradicionales de la cultura local.
Pero, ten la seguridad de que cualquier recuerdo que te traigas de Amán hará que rememores, una y otra vez, este viaje maravilloso que habrá quedado gravado en tu mente y en tu corazón.