Heraclión, cuna del pueblo minoico y, por extensión, del griego, lleva gobernando el Mediterráneo desde hace siglos con su poderío comercial, sus bellos paisajes y la riqueza de su cultura. No es de extrañar que esta mezcla haya dado al mundo artista tan relevantes como El Greco y monumentos arquitectónicos de la talla del palacio de Cnosos, cuya fachada actual es heredera de una estructura de más de 4.000 años de antigüedad.
Por su condición capitalina, es además la puerta de entrada a los tesoros de la isla occidental más oriental, además de la más grande de Grecia: Creta. Un micromundo que susurra al viajero historias de antiguas culturas, reinos milenarios y dioses míticos. De hecho, dicen las leyendas que el mismísimo Zeus fue engendrado en estos lares. ¿Necesitas más razones para viajar a Heraclión?
Si te preguntas cuándo viajar a Heraclión y decides emular a Ícaro y tomar un vuelo de Barcelona a Heraclión, lo mejor es que lo hagas entre primavera y verano. Para dar largos paseos disfrutando de las cálidas aguas del Mediterráneo a una temperatura amable, lo ideal es visitar la capital cretense con la llegada del buen tiempo propio de los meses de marzo, abril y mayo.
Entrado junio, la costa se anima bastante, aumentando la oferta hostelera con paquetes vacacionales bastante asequibles que permiten al viajero disfrutar al máximo de las playas de Heraclión y los pueblos cercanos. Aunque, si el reloj lo permite, lo recomendable es diseñar un itinerario extenso que incluya trayectos por todo el norte de la isla para descubrir calas paradisíacas como las de Balos, Enafonisi o Gaudos. ¡Descubre todo esto y más viajando a Heraclión!
Grecia es bastante barata, incluso cuando se trata de visitar ciudades importantes. Por eso, es sencillo elaborar un presupuesto flexible parta un viaje low cost en la capital de Creta. Está claro que lo primero es reservar con suficiente antelación el billete de avión, aprovechando los vuelos de Madrid a Heraclión que se ofertan en temporada media y alta.
Por otro lado, la visita siempre tendrá menor impacto en la cartera recurriendo a los paquetes vacacionales de vuelo + hotel en Heraclión que ofrecemos. Con estos combos, ahorrarás tiempo y dinero, dos recursos valiosos que podrás invertir descubriendo el rico patrimonio cretense o buscando alguna taberna barata para comer junto al puerto veneciano. ¡Anímate y no tardes en conocer esta maravillosa ciudad!
De hecho, uno de los puntos de interés de Heraclión, así como el de otras ciudades costeras relevantes en el norte de Creta, es el puerto. Como el de la Canea, el de la capital cretense es un puerto de gran valor patrimonial. La razón: la fortificación de corte veneciano que sirvió de base para levantar la zona portuaria actual y de la que aún sobreviven los arcos del Arsenal.
Pero, tratándose de Grecia, en una ruta turística no pueden faltar los yacimientos y los restos arqueológicos, mucho menos si se trata de recorrer la cuna de la cultura helénica. Obviando el palacio de Cnosos, encontrarás innumerables zonas donde el misticismo, la naturaleza y el patrimonio se dan la mano. Lugares como el monte Giuktas, corazón de la cultura minoica, o el templo de Anemospilia, enclave religioso con miles de años de antigüedad.
Está claro que la cultura y la historia son los pilares de la oferta turística de Heraclión. No en vano, la capital cretense está poblada de museos. Uno de los más importantes a nivel nacional es el Museo Histórico de Creta, en parte por albergar dos piezas originales de El Greco. Aunque el Museo de Nikos Kazantzakis, en la vecina localidad de Myria, no le va a la zaga con una recreación bastante fiel del estudio donde el escritor escribió Zorba el Griego.
Todo esto y mucho más está esperando tu visita.
Además de por su dilatada historia, su cultura ancestral y su inmenso patrimonio, Grecia es famosa por su tradición culinaria. La gastronomía griega es conocida en todo el mundo, especialmente por algunas especialidades que parecen haber surgido de las cocinas cretenses y, por ende, de las minoicas. Se dice que los minoicos eran amantes de las verduras, el queso de cabra y el aceite de oliva, un fervor que contagiaron por toda la cuenca del Mediterráneo.
Viaja a Heraclión y podrás comprobar que ese amor por la buena cocina sigue patente hoy en día en los restaurantes tradicionales de la capital cretense, donde no faltan los productos frescos procedentes de la huerta y el mar que dan vida a multitud de platos que no pueden faltar en tu menú:
Ciertamente, se trata de un menú digno de divinidades griegas, cuyos manjares están al alcance de la mano de los simples mortales tomando un vuelo a Heraclión. Anímate y ¡kalí orexi!