Menorca, la "isla tranquila", es el tesoro de las Baleares y un paraíso en el Mediterráneo. Se levanta coqueta a los pies del puerto natural de Mahón, está rodeada por el parque natural de s'Albufera de Grau y salpicada, de norte a sur, de un sinfín de playas y calas de fina arena y aguas color esmeralda. Su clima con buenas temperaturas anuales, su sabrosa gastronomía en la que los productos del mar mandan, su cercanía y su patrimonio monumental terminan de cincelar la carta de presentación de esta bella isla. Menorca es Mediterráneo, es naturaleza y sol, gastronomía, vacaciones y desconexión. Encuentra entre nuestras propuestas viajeras tu vuelo + hotel a Menorca y disfruta de este celestial rincón balear.
¿Qué hacer un fin de semana en Menorca?
Menorca es uno de los paraísos más cercanos. No lo decimos nosotros, lo dice la Unesco, que la ha declarado Reserva de la Biosfera. Cualquier fin de semana del año es ideal para descubrir los encantos de este recoveco balear. La mejor manera de empezarlo es visitando Mahón. La capital de la isla puede presumir de tener uno de los puertos naturales más grandes del mundo, repleto de restaurantes, terrazas, tiendas de artesanía y coloridas casas. No te olvides de recorrer sus callejuelas y su casco antiguo, donde se ubica el Teatro Principal, premiado con la Medalla de Oro de las Bellas Artes.
A Ciudadela tienes que ir obligatoriamente durante tu fin de semana en Menorca. Primero, porque posee un casco histórico medieval, muy señorial, decorado con joyas arquitectónicas únicas, como el castillo de San Nicolás o su catedral gótica. Segundo, porque su puerto es de los pocos que te permitirán disfrutar de la rissaga, el desbordamiento del mar, y fundirte en un animado ambiente nocturno.
Menorca tiene calas y playas para largo y para rato. Si hay que elegir, nos quedamos con cala Galdana, entre acantilados vestidos de pinares y el barranco de Algendar, desde el se puede practicar parapante. Sus cálidas aguas invitan al baño y son idóneas para el esnórquel o dar un paseo en barca. Macarella, Pregonda, con roquedo que recuerda a Marte, o Mitjana son otras de las evocadoras calas menorquinas que aquí descubrirás.
Haz tiempo para explorar la Menorca prehistórica, integrada por una buena retahíla de construcciones: taules, talayots o navetas. Talatí de Dalt, un poblado prehistórico, y la Naveta des Tudons, un magistral monumento funerario, son los más relevantes. En la "isla tranquila" no hay un rincón que te deje indiferente. Viajar a Menorca te permitirá comprobarlo y, lo más importante, disfrutarlos.
¿Qué hacer en Menorca?
Una vez aterrizado tu vuelo a Menorca, lo único que tienes que pensar es en disfrutar de esta isla con biorritmos serenos y de todas las experiencias que te ofrece. Te damos algunas pistas acerca de qué hacer en Menorca para exprimir al máximo tus vacaciones.
Contempla una puesta de sol espectacular, con música en directo, desde la Cova d'en Xoroi.
Recorre a caballo, a pie o en bici el Camí de Cavalls, una espectacular ruta de senderos que discurre bordeando la costa menorquina.
Intégrate en la madre naturaleza, practica actividades de turismo activo o avista fauna autóctona en el parque natural de s'Albufera des Grau.
Compra unas abarcas, el calzado tradicional de la isla.
Saborea una caldereta de langosta o una sobrasada típica.
Navega en velero por la costa menorquina y descubre desde el agua lo que no ves desde la arena.
Planea una visita a Binibeca Vell, un tradicional pueblo de pescadores, donde reina el silencio, que parece sacado de una postal.
Sube al monte Toro, el pico más alto de Menorca, desde donde obtendrás una panorámica completa de la isla y, en días despejados, de Mallorca.
Diviértete en el parque acuático Aqua Rock.
Lo reconocemos. Caemos rendidos a los encantos de esta paradisíaca isla. Por eso, te proponemos vuelos desde Madrid a Menorca a precios que te harán decidirte al instante.
¿Qué comer en Menorca?
Menorca vive de cara al Mediterráneo y eso queda muy reflejado en su gastronomía, en la que reinan los sabores marítimos. La caldereta de langosta y las berenjenas rellenas al horno son los platos más tradicionales que puedes comer en Menorca. Pero hay más; y te harán la boca agua:
Oliagua: sopa de verduras y hortalizas, acompañada con pan y, en verano, de higos.
Perol: patatas y tomates cubiertos de pan rallado y perejil al horno.
Arroz de la tierra: trigo roto en el mortero con embutido.
Sepia con guisantes.
De la carta repostera: ensaimada, carquinyols, pastissets y amargos.
Menorca tiene productos propios, como el queso de Mahón, que en la isla lo acompañan con sobrasada, la mahonesa y la sobrasada, que es menos picante que la de Mallorca.
Si quieres beber algo diferente y tradicional, pide una pomada. Se prepara con ginebra Xoriger, producida en Mahón, con limón y mucho hielo.
La isla balear es la mejor del mundo y tiene una de las gastronomías más sabrosas del planeta. ¿Te animas a probarla? ¡Mira vuelos de Barcelona a Menorca y vete abriendo boca!
¿Cuál debería ser la duración de tu estancia en Menorca?
Menorca es una isla pequeña, muy asequible para una escapada de fin de semana. Pero, si quieres sacarle el máximo partido, desconectar, disfrutar de su naturaleza y zambullirte en sus playas, planea una estancia de, al menos, cinco días.
¿Qué comprar en Menorca?
¿Aún no sabes qué comprar en Menorca para llevarte un grato recuerdo? Apunta:
Ensaimada.
Queso de Mahón.
Abarcas.
Sobrasada.
Ginebra Xoriguer.
Prendas o calzado de piel.
Menorca es la escapada perfecta para recrearte en la paz, la naturaleza y en la gastronomía. Vive tu propia experiencia y llévate de regreso tu propio recuerdo.