Tallin, la capital de Estonia, se ha convertido en el destino de moda, porque aquí participó Rosa López en Eurovisión, porque está declarada Patrimonio de la Humanidad y porque fue Capital Cultural Europea. Sus calles, en las que se mezclan la modernidad de los países nórdicos y la austeridad de la Unión Soviética, están embellecidas con un sinfín de castillos, palacios y templos medievales que le imprimen un encanto medieval único. Su agitada historia y su curiosa mezcla de culturas terminan de dibujar la carta de presentación de esta bonita capital.
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¿Cuál es la mejor época del año para visitar Tallin?
Viajar a Tallin en verano te dará la posibilidad de descubrir sus encantos en compañía de temperaturas altas y un sol brillante. Durante estos meses los días son muy largos, permitiéndote aprovechar al máximo tus jornadas turísticas, y tienen lugar diversos festivales veraniegos, como la Jaanipäev (Día de San Juan) o la Õllesummer, el festival de la cerveza.
Si eres un amante de los deportes de invierno y el frío no es un problema para ti, reserva tu vuelo a Tallin en invierno. En diciembre, la ciudad se viste con sus galas más especiales para dar la bienvenida a la Navidad, abren sus puertas el gran mercado navideño y las pistas de hielo y podrás vivir un ambiente especial. Si viajas en enero disfrutarás del Festival de la Luz, en el que se queman los árboles de Navidad, y del Festival de Música de Oistrahh.
Las temperaturas en primavera son agradables y puedes descubrir los encantos de la ciudad sin el agobio de las elevadas temperaturas del verano. El Kevadpüha, Día de la Primavera, da la bienvenida a la estación más florida del año y supone el pistoletazo de salida de las numerosas fiestas y festivales que se celebran en estas fechas.
En otoño los días son más cortos y las temperaturas más frescas, por lo que muchas atracciones reducen sus horarios. Sin embargo, la ciudad se viste de un bonito manto de colores ocre que te permitirá disfrutar de manera especial su ambiente nostálgico.
¿Cuándo visitar Tallin? Cualquier época es buena para hacer una visita a la capital de Estonia, siempre mágica y radiante. ¿Nos vamos?
¿Qué hacer en Tallin?
Viajar a Tallin es hacerlo a un paraíso estonio robado al tiempo, en el que lo único que tienes que hacer es dejarte llevar y disfrutar de las experiencias que te ofrece. Si has reservado tu vuelo y te preguntas qué hacer en Tallin, toma nota, te damos algunas pistas.
Recorre la ciudad vieja, declarada Patrimonio de la Humanidad, donde se encuentran sus tesoros arquitectónicos: la iglesia de San Nicolás, la catedral luterana de Nuestra Señora, la catedral de Alejandro Nevski, con sus cúpulas bulbosas, el castillo Toompea, donde está el Parlamanto, y Raeapteek, la farmacia más antigua de Europa.
Pasea por el callejón de Santa Catalina, uno de los más tradicionales de la ciudad, repleto de talleres artesanales donde se elaboran piezas en vidrio, piel o cerámica.
Adéntrate en el pasado soviético de la ciudad visitando la última planta del hotel Viru.
Da un paseo por la plaza Raekoja Platz, donde se encuentra el edificio gótico del ayuntamiento con su torre octogonal.
Sube al mirador de Patkuli para disfrutar de una de las mejores panorámicas posibles de la capital de báltica
Recorre las antiguas murallas, que se extienden, entre polvorines, bastiones y torretas, a lo largo de casi dos kilómetros.
Adéntrate en el mundo del arte en el palacio barroco de Kadriorg.
Tallin parece sacada de la portada de un cuento de hadas, siempre mágica, nostálgica y encantadora. ¿Ya tienes una fecha en mente?
¿Qué comer en Tallin?
La cocina de Tallin es sencilla, natural y, eso sí, contundente. Las carnes de caza, el cerdo y el pollo tienen un gran protagonismo y con ellas se crean especialidades locales, como sült, manos de cerdo, sauerkraut, salchichas, o el verevorst, similar a la morcilla.
Los pescados ahumanos, sobre todo truchas, salmones y anguilas, son otras de las propuestas que tienes que comer en Tallin. Si vas en verano, también puedes probar el cangrejo y la perca.
La carta de postres es variada, pero el chocolate Kalev, leiva supp, con pan de ácimo, el kissel, con frutas del bosque, y el kringel, con uvas pasas, son los más tradicionales.
La cerveza, el vodka y el Vana de Tallinn, con sabor a ron, son las bebidas más consumidas en la capital de Estonia.
La gastronomía de Tallin es especial y te permitirá saborear su alma más auténtica. Para que puedas disfrutar de la mejor experiencia gastronómica, te proponemos vuelos desde Madrid a Tallin a precios rebajados. Será una experiencia inolvidable para ti.
¿Qué comprar en Tallin?
Si quieres comprar productos auténticos de Tallin, para regalar o para darte un capricho, toma nota.
Chocolate Kalev.
Prendas tradicionales tejidas en lana, piezas de vidrio soplado o de cerámica.