Tánger es una milenaria población al norte de Marruecos con un origen mítico ubicado en la época del semidios griego Hércules (todavía se conserva la Cueva de Hércules a 15 kilómetros de la ciudad). Históricamente, hace 2.600 años se menciona ya como Thigge en escritos de exploradores jonios. En cualquier caso, Tánger, como Toledo, es una ciudad multicultural donde han residido judíos y musulmanes y, en los últimos siglos, ha sido destino para artistas, pensadores y escritores como Francis Bacon, Tennessee Williams, Henri Matisse y hasta los Rolling Stones.
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¿Cuál es la mejor época del año para visitar Tánger?
El clima en esta zona de Marruecos resulta benévolo, por lo que viajar a Tánger para disfrutar de unos días es posible en cualquier momento del año. No obstante, recomendamos visitar la ciudad sobre todo en primavera, cuando los campos y los paisajes que rodean la ciudad florecen y permiten disfrutar de magníficas vistas. Si lo que buscas es turismo de sol y playa, entonces el mes de agosto resulta ideal para tus propósitos.
Aunque contamos siempre con las mejores ofertas, durante la temporada baja el vuelo + hotel en Tánger constituye una oportunidad ideal para visitar la ciudad sin gastar mucho dinero.
¿Qué hacer en Tánger?
Las opciones turísticas, culturales y de ocio son múltiples y, con estos consejos, viajar a Tánger puede ser una experiencia inolvidable. En la zona centro de la ciudad, lo más interesante es la Medina, la cual cuenta con diversas entradas. Es la zona más antigua, comienza tras dejar atrás el puerto de la ciudad y tiene en la avenida Mohamed VI su límite este. En esta zona se encuentran lugares como:
La Gran Mezquita de Tánger.
El Zoco Chico o Petit Socco, una pequeña plaza donde degustar un buen desayuno a base de café y zumo de naranja.
El Museo Kasbah.
La Vieja Sinagoga.
Numerosos bazares típicos árabes donde realizar compras.
Más allá de la Medina, en el límite suroeste, se encuentra el Zoco Grande o Plaza del 9 de Abril, uno de los lugares más concurridos de Tánger. Un poco más lejos se alza la Mezquita de Mohamed V y, al este, la mencionada avenida de Mohamed VI, que bordea la costa, cuenta con muchas tiendas y lugares de ocio, mientras que las playas son perfectos remansos de arena y agua.
Si quieres disfrutar de todo ello, puedes reservar un vuelo de Madrid a Tánger para pasar unos días en primera línea de playa.
¿Qué comer en Tánger?
Viajar a Tánger y no probar su gastronomía no tiene perdón. Al ser una ciudad cosmopolita, se puede paladear cualquier tipo de cocina, pero lo interesante es disfrutar de la local. A continuación te detallamos los platos esenciales:
Desayuno de café y zumo de naranja natural en el Café París, en Plaza de Francia, antiguo lugar de encuentro de espías durante la Segunda Guerra Mundial.
Cuscús. Uno de los platos típicos de Marruecos, basado en sémola de trigo.
El tajín de cordero, un estofado que incluye dátiles, frutas y verduras.
Harira o sopa con garbanzos.
Mechouia o ensalada de tomates, pimientos, ajos, zumo de limón y aceite de oliva.
Briouate, pequeñas empanadillas de hojaldre.
Ktefa o milhojas con almendras, leche y flores de naranjo.
Para finalizar cualquier comida, por supuesto, recomendamos un té con menta para hacer mejor la digestión. No te resistas: Tánger y su brisa de sabores y aromas te esperan.
¿Qué comprar en Tánger?
Tánger es sinónimo de bazares y pequeños mercadillos, aunque la influencia occidental ha favorecido la aparición de grandes centros comerciales. En cualquier caso, viajar a Tánger puede ser una oportunidad para comprar alguno de estos productos:
Artesanía marroquí en los bazares de la Medina.
Prendas de cuero: chaquetas, babuchas, abrigos o faldas, entre otros productos.
Bisutería de alta calidad.
Bolsos de todo tipo y de todos los materiales.
Prendas de seda a buen precio como pañuelos, kaftanes o chilabas.
Alfombras.
Productos de decoración.
Ya sabes que en los bazares el regateo es fundamental y, si se persiste, se pueden comprar productos de gran calidad por precios mucho más bajos que en, por ejemplo, España. Además, con ofertas como las nuestras de vuelo de Barcelona a Tánger más hotel, el ahorro permite regalarse pequeños caprichos locales.