Resguardada por los Alpes y a orillas del Danubio se encuentra Viena. La pomposa capital del antiguo Imperio Austrohúngaro es la cuna de grandes compositores como Beethoven o Mozart, y de dulces internacionalmente conocidos como la tartas sacher y la strudel. La ciudad está decorada con abigarrados palacios de estilo rococó y con elegantes edificios señoriales que suponen la principal carta de presentación de Viena, tiene más de un centenar de museos y es la distinguida morada de la ópera. Viena, elegante y señorial, muestra la conjunción perfecta entre pasado y modernidad. Decídete, busca entre nuestras ofertas tu vuelo + hotel en Viena y escápate a una de las ciudades más suntuosas de Europa.
¿Cuál debería ser la duración de tu estancia en Viena?
La mayoría de los atractivos de Viena se concentran en torno a Ringstrasse, una larga avenida circular, cuya extensión está en torno a los cinco kilómetros. Tres días pueden ser suficientes para descubrir todos sus encantos.
¿Qué hacer un fin de semana en Viena?
Viena muestra una apariencia antigua, la que le dan sus edificaciones y monumentos, pero también destila modernidad. Ofrece un largo listado de planes de ocio y tiene innumerables atractivos que el viajero puede descubrir en una escapada de fin de semana.
Un fin de semana en Viena tiene que comenzar necesariamente en la ciudad vieja. Es su corazón y guarda exquisitas joyas monumentales, como el palacio Imperial de Hofburg, donde vivió la emperatriz Sissi, la catedral, la casa de Mozart, el parlamento o la iglesia Votiva. Aquí también encontrarás lugares interesantes, como los jardines Volksgarten, la calle Bankgasse, donde rebosan los palacios, o Kohlmarkt, repleta de tiendas.
Viena cuenta con innumerables palacios, como el de Schönbrunn, con su bonito jardín y los aposentos reales de la emperatriz Isabel, y el del Belvedere, que contiene algunas colecciones del museo de Arte Austriaco y el famoso cuadro Beso de Gustav Klimt.
Durante el último día de tu fin de semana en la capital austriaca puedes pasear por las callejuelas del barrio judío o ir al parque de atracciones Prater, el más añejo del mundo. Tampoco te vayas sin visitar la Ópera, no te dejará indiferente.
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¿Qué hacer en Viena?
"¿Qué hacer en Viena?", te preguntarás una vez haya aterrizado tu vuelo de Madrid a Viena. Solo tienes que dejarte llevar y disfrutar de esta majestuosa ciudad, que parece sacada de una postal; pero si quieres ideas concretas, aquí te damos algunas:
Recorre en tranvía Ringstrasse, el bulevar más importante y extenso, donde se encuentran los principales hitos monumentales de la ciudad.
Acude a un concierto en la Ópera Nacional.
Pasea por el Danubio al atardecer, cuyo canal va tornando de colores creando un verdadero caleidoscopio.
Disfruta, como lo hacían Freud o Trotsky, en una cafetería tradicional de un típico café acompañado de un trozo de tarta sacher o strudel de manzana.
Visita el museo de Historia Natural, que guarda la Venus de Willendorf.
Súbete a la noria del parque de atracciones Prater.
Escucha al coro de los niños de Viena en la capilla del palacio de Hofburg.
Haz shopping en Mariahilferstrasse o en Naschmarkt.
Adéntrate en el arte contemporáneo en el museo de Arte Moderno, que alberga una de las mayores colecciones de Europa.
Haz una excursión a la cercana Salzburgo. Dicen que esta ciudad, lugar de nacimiento de Mozart y escenario del musical Sonrisas y Lágrimas, es la más bella de Austria.
Saborea especialidades locales en los típicos heuriger o beisl.
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¿Qué comer en Viena?
Riqueza y variedad son los adjetivos que mejor definen la gastronomía vienesa. Engloba un buen surtido de platos típicos, en los que las influencias de los países vecinos, como Alemania o República Checa, están muy presentes. ¿Sabes qué comer en Viena para saciar tu curiosidad gastronómica?
Wiener schnitzel: escalope de vacuno empanado, acompañado de ensalada tibia de patatas.
Gulash: guiso de carne con cebolla.
Rindsuppe: sopa de carne.
Käsespätzle: pasta de huevo con cebolla, mantequilla y queso.
Topfenkolatsche: rollito de hojaldre relleno de queso.
De la carta de postres tienes que probar la apfelstrudel, tarta de manzana; los palatschinken, creps; la tarta sacher; y el salzburger nockerl, un suflé hecho con claras de huevo.
En Viena existe una gran tradición cafetera. El schwarzer, expreso; el melange, con leche; o el kapuziner, café vienés con nata, son el broche perfecto de cualquier sobremesa.
La capital austriaca conquista paladares con su dulzura y exquisitez. Decídete a viajar a Viena y disfruta de una experiencia gastronómica sublime.
¿Qué comprar en Viena?
Si quieres traer un pedazo de la antigua capital del Imperio Asutrohúngaro en tu maleta, compra una caja de bombones con el retrato de Mozart impreso. Se llaman Mozartkugel, llevan una base de mazapán, están bañados de praliné y chocolate y son el souvenir más típico. Si quieres regalar el paladar, también puedes optas por una tarta sacher, una strudel, cerveza Gösser o un típico vino austriaco Grüner Vetliner.
Un CD de música clásica, de cantos corales o de Mozart es otro de los recuerdos que puedes comprar en Viena. Asimismo, las figuras con el traje típico austriaco, dirndl, o con la flor edelweiss o de las nieves, serán aciertos seguros.
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