Si te preguntas qué ver en Ibiza y cuánto tiempo necesitarás, has de saber que una escapada de fin de semana en Ibiza te permitirá una primera toma de contacto con la isla. Tiempo suficiente para recorrer alguno de sus puntos de interés primordiales y darte cuenta de si te apetece volver a la isla o pasar. Te adelantamos que la mayoría de los viajeros repiten atraídos por el mágico magnetismo que desprende la isla balear y todos sus encantos; te los resumimos a continuación:
- Eivissa y Dalt Vila
- Platges de Comte
- Es Vedrà
- Parque Natural Ses Salines
- Cala de Benirràs
- Sant Antoni
- Faro des Moscarter
- Mercadillo de Escanar
- Excursión a Formentera
- Clubbing: Privilege, Pacha, Amnesia, Hi, Lío, Bora Bora...
Día 1: Explora Dalt Vila de día y haz clubbing por la noche
Declarado Patrimonio de la Humanidad, Dalt Vila (Ciudad Alta) es el casco antiguo de la ciudad de Ibiza. Se emplaza en la zona alta de la urbe, dentro de una magnífica fortaleza antigua con murallas renacentistas, calles empedradas y estrechos callejones. Construido originalmente para defender la isla, hoy Dalt Vila es un exquisito laberinto de los bulliciosos y mejores restaurantes de Ibiza, bares y tiendas como Annie´s Ibiza, uno de los comercios favoritos de los amantes de la moda, incluida Kate Moss.
Si te quedan energías, sal de fiesta por la noche. En Ibiza hay discotecas para todos los gustos. Si te apetece cenar y disfrutar de un cabaret, reserva mesa en Lío. Para vivir una experiencia superclub, acude a Hï o a Amnesia. Y, si prefieres un clásico, te sugerimos Pacha, la primera discoteca de la isla. Por otro lado, el mercado hippy de Las Dalias alberga ahora uno de los clubes más excitantes de la isla, Akasha, caracterizado por sus sesiones de DJ locales e internacionales, un sistema de sonido impecable y un público selecto (capacidad máxima de 300 personas).
Día 2: Visita los pueblos pintorescos de Ibiza
Dedica un día de tu viaje a visitar los pueblecitos que conforman el corazón y el alma de la Isla Blanca, cada uno con su propio ambiente. Santa Gertrudis, situado en el corazón de la isla, atrae a familias boho-chic acomodadas y está repleto de atractivos restaurantes, bares y tiendas que venden vestidos vaporosos de algodón orgánico. Más al este se encuentran San Carlos y Santa Eulalia. El primero se asemeja a un precioso pueblo ancestral, con edificios blancos y luminosos y una iglesia del siglo XVIII. Acércate al Bar Anita, una cafetería tradicional ibicenca que ha permanecido inalterada desde los años cuarenta.
Al oeste se hallan los pueblos de San José y San Antonio. Este último es famoso por su ambiente festivo, pero también alberga algunas de las playas y regala las puestas de sol más memorables de la isla. Al sur de Ibiza se localizan Es Cubells, Sant Francesc y Sant Jordi, donde se proyectan películas gratuitas al aire libre en la plaza del pueblo durante los meses de julio y agosto. Y no te pierdas San Miguel, un llamativo pueblo con una bonita selección de bares, restaurantes y cafés, entre los que destaca Can Xicu de sa Torre, un bar ibicenco de madera de la vieja escuela.
Día 3: Contrata una excursión en barco a Es Vedrà
Es Vedrà, el islote deshabitado que brota del océano, forma parte de la leyenda de Ibiza. Hay quien dice que sus poderes magnéticos atraen a la gente una y otra vez a este peñón flotante. Alquila un barco en Cala d´Hort o Cala Tarida, o bien reserva una excursión, y pasa el último día de tu viaje visitando la mítica roca y las calas de los alrededores, como la mágica Atlántida, una estructura rocosa parecida a una cantera situada frente a Es Vedrà. O, si las condiciones lo permiten, navega en kayak desde Cala d´Hort hasta Es Vedrà. ¿Se te ocurre una manera mejor de despedirte de Ibiza?
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